El secretario legislativo de Rawson está en la mira por una brutal golpiza

Ajuste de cuentas y escándalo en Rawson. El secretario legislativo del Concejo Deliberante, Ángel Torres, fue a buscar al bolichero Marcos Ibarra a las oficinas de la productora de Omega y le dio una tremenda golpiza mientras estaba reunido con otras personas, según consta en una denuncia realizada por la víctima en la Comisaría 36º. Al parecer, el móvil del feroz ataque del funcionario sería una deuda de $10.000.000 que mantiene la víctima con él, según pudo saber DIARIO HUARPE. El acusado negó toda esta versión en una entrevista televisiva. Es la segunda paliza que recibe un bolichero en un mes, tras el caso de Juan Manuel Salvalaggio, que sufrió un ataque de tres supuestos barra bravas de Racing, mandados por otro productor de eventos. 

La golpiza ocurrió sobre el mediodía de este miércoles 7 de mayo de 2025. Ibarra se encontraba reunido con otros productores y bolicheros en Rawson, cuando llegó Torres, saludó a todos los presentes y atacó "a traición" al denunciante con golpes de puño y una vez en el suelo, con patadas, a tal punto que le dejó marcada la suela de su zapato en su frente. El ataque siguió, con la víctima en el suelo y totalmente indefenso. Luego lo sacó de la oficina para continuar pegándole e intentó golpearlo con un palo, pero no pudo. Finalmente se fue. 

Tras lo sucedido, Ibarra grabó un video en el escenario de la golpiza para tenerlo como prueba del hecho y fue a radicar la denuncia por lesiones y amenazas de muerte en la Comisaría 36º. En el mismo, se puede ver cómo le quedó marcada la suela del calzado del agresor. El video se filtró, pero según aseguran no salió del entorno de la víctima. Este jueves 8 de mayo de 2025, el bolichero se trasladaba a la Central de Policía para ser revisado por el médico legista, que iba a constatar las lesiones en su cuerpo tras el ataque.

El móvil de la golpiza sería un ajuste de cuentas por una deuda de $10.000.000 que mantiene Ibarra con Torres. Desde el entorno del bolichero dijeron a este medio que el hombre de 40 años le ofreció al secretario legislativo un plan de pago, pero que este no aceptó. De todos modos, nada justifica tal agresión.

En diálogo con Canal 13, Ángel Torres rompió el silencio y negó de forma categórica haber estado involucrado en el episodio que lo vincula con una denuncia pública. Aclaró que se desempeña como abogado de la banda Omega y del boliche Way, y que días antes había advertido a los responsables de ambas partes sobre supuestas maniobras fraudulentas llevadas a cabo por Ibarra.

“Ha pedido plata en nombre del boliche prometiendo rentabilidad en boliches y recitales”, sostuvo Torres, quien explicó que su intervención se limitó a recomendar la desvinculación de Ibarra por estas conductas.

El funcionario explicó que el miércoles —el día del hecho— mantuvo una reunión en el Concejo Deliberante con el productor de la banda y con el dueño del boliche, y que luego regresó a su casa. “Tengo registro de pago de una vianda con Mercado Pago”, afirmó, al tiempo que señaló que existen testigos que pueden respaldar su versión.

Torres también se refirió al video que circuló en redes sociales y que lo involucraba directamente. “Cuando desperté de una siesta, tenía el celular explotado”, relató. Según él, no estuvo presente en el lugar del conflicto y aseguró que se trata de un intento de victimización por parte de Ibarra, a quien responsabiliza por haberlo involucrado tras quedar fuera de la banda.

Ante esta situación, Torres adelantó que iniciará acciones legales por falsas acusaciones. “No le debo nada, no soy prestamista. Tengo 17 años de carrera pública y un nombre intachable”, subrayó.

El hecho tomó más relevancia aún porque ocurrió a un mes de la agresión contra el bolichero y productor de eventos Juan Manuel Salvalaggio. A través de sus redes sociales afirmó que el ataque de tres supuestos barra bravas de Racing no fue un hecho aislado, sino “premeditado y ordenado” por los empresarios Mariano Tomsig y Martín Quiroga Massa, a quienes acusó de estar detrás de una venganza vinculada a negocios inconclusos.