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País > Corrupción

El teléfono de Baratta reactiva el caso de los Cuadernos de las Coimas

A tres años del inicio de la causa, la Justicia logró extraer los datos del teléfono del ex funcionario procesado en la causa y el contenido complica a los acusados.

POR REDACCIÓN

08 de noviembre de 2021

A tres años del inicio de la causa de corrupción Cuadernos de las Coimas, la Justicia logró extraer los datos del teléfono del ex subsecretario de Control y Coordinación del Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta, y hay fotos y mensajes que complican a los acusados.

El informe, fechado el 1 de noviembre del presente año, enumera una serie de nuevas pruebas de una pericia inquietante: expertos de las fuerzas policiales lograron extraer el contenido del iPhone que estaba a nombre de Roberto Baratta. De ese equipo surgen indicios que sostienen la base de la pesquisa judicial y demuelen el relato de las defensas K, que intentaba instalar que el expediente de los Cuadernos era en realidad un armado basado en falsedades con datos manipulados y hasta inventados.

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Según los procesados en este causa, el remisero de Roberto Baratta en Planificación Federal, Oscar Centeno, jamás escribió los cuadernos en los que fue detallando los viajes y recorridas junto a Baratta en búsqueda de sobornos millonarios en dólares, que trasladaban desde oficinas de empresarios que pagaban esas coimas, hasta la propia Residencia Presidencial Olivos.

“Es la causa de las fotocopias”, atacó Baratta varias veces afirmando que los escritos del remisero eran falsos, y habían sido redactados para perjudicarlo en los tribunales. El mismo argumento utilizó la principal acusada y actualmente vice Cristina Kichner. La misma fue procesada por ser considerada la líder de una asociación ilícita creada para usar al Estado para recolectar millones de dólares en sobornos.

Los datos del iPhone

En la pericia se conoció que Baratta conocía la existencia de los Cuadernos de las Coimas desde al menos el 11 de mayo del 2017, más de un año antes de que saliera a la luz el caso, el 1 de agosto de 2018.

Quien le reveló ese trabajo secreto que hizo su chofer fue la ex pareja de Centeno, Hilda Horovitz, quien se comunicaba con Baratta para pedirle dinero a cambio de callar lo que sabía sobre esta historia.

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El primer mensaje que recibió Baratta en el que Horovitz le avisa sobre los cuadernos, dice: “El tenia o tiene cuadernos escritos con cada cosa donde hivan con direcciones fotos ectc. Usted está en el cantry mapuche yo se que con lo que le mando le mando me pone en problemas con Oscar”. El mensaje con errores ortográficos es como fue escrito por Horovitz. Baratta lo recibió a las 15:14 del 11 de mayo del 2017.

El 15 de mayo del 2017, a las 12:16 le escribió a Baratta que quería contarle más detalles de los cuadernos. “Hola! Buen día. Le quería contarle porqué escribía Oscar todo lo que hacían y cuando hivan a la cueva con fecha y horarios y foto. Porque el decía que cuando termúne la gestión si usted le daba una patada lo usaba eso que escribía. Yo le pedí que lede para hacer una entrepiso me dijo que va a ver cuándo me da. Yo ya le mandé presupuesto mejor que lede todo”, fue el mensaje textual de Horovitz.

Baratta hizo infinidad de declaraciones públicas afirmando que los cuadernos de Centeno no existían, que todo en lo que se habían basado el primer juez del caso, el fallecido Claudio Bonadio, y sobre todo el fiscal Carlos Stornelli para detener a ex funcionarios y empresarios que participaron de este sistema de recaudación ilegal. Incluso, confesaron que era una especie de guión montado sobre “fotocopias” de un relato de ficción. Esa hipótesis de defensa es la que usaron los procesados, incluso hasta la vicepresidenta.

La causa de los Cuaderno de las Coimas se conoció el 1 de agosto del 2018, cuando el periodista de La Nación, Diego Cabot, dio la primicia de una serie de allanamientos y detenciones ordenadas por Bonadio y Stornelli. A Cabot se los entregó un amigo de Centeno a quien él se los confió a modo de resguardo sin decirle qué le estaba entregando. Esa persona, el ex policía Jorge Bacigalupo, abrió la encomiendo de su viejo conocido Centeno. Cuando leyó su contenido se indignó y se los entregó a Cabot el 8 de enero del 2018.

Cabot estudió las anotaciones y, ante la noción de la magnitud del material se lo entregó a Stornelli y a Bonadio que trabajaron en secreto hasta que el caso se hizo público.

Las pruebas siguen brotando, ahora del teléfono peritado de Baratta.

¿Cómo puede sostener que los cuadernos eran fotocopias o no existieron nunca si él supo, a través de Horovitz, de esas anotaciones en el mensaje que ella le mandó el 11 de mayo del 2017? Recién en enero del año siguiente Cabot obtuvo los cuadernos que luego devolvió a Bacigalupo.

Baratta, y todo el resto de los procesados K no podrían argumentar más aquello de que el testimonio de Cabot y las primeras medidas tomadas por Stornelli y Bonadio fueron tomadas tras leerlas en “fotocopias”.

De acuerdo al informe de los peritos sobre el celular de Baratta, la ex de Centeno le envió al ex funcionario más de veintitrés imágenes entre las que se destacarían fotos de los bolsos con los que recaudaban el dinero de a cientos de miles de dólares.

Los cruces de mensajes entre Horovitz y Baratta dan a entender que ella presiona al ex funcionario para conseguir plata a cambio de ayuda, se desconoce aún exactamente qué y si efectivamente ella intentó salvar de todo esto al ex Planificación Federal.

La Justicia comprobó, de acuerdo a fuentes del expediente, que efectivamente Baratta se ocupó de comprarle a Horovitz un departamento en el barrio de Once sobre la calle Urquiza que fue remodelado y re decorado.

Los interrogantes siguen: ¿por qué Centeno le aseguró a la Justicia que él tenía los cuadernos originales pero cuando se allanó su casa no se los encontró y más tarde declaró ante el juez Bonadio que los había quemado?

El celular de Baratta podría ayudar a resolver parte de esta historia aún inconclusa.

Del iPhone de Baratta se extrajeron, además, mensaje de voz que habría intercambiado con Horovitz, quien en todo momento lo presionaba con pedirle dinero para evitar que ella contará la verdad. Horovitz fue a los tribunales. Presentó una denuncia sobre Centeno en el juzgado de Bonadio. Pero fue en una causa anterior a la de los Cuadernos de las Coimas. Ese expediente investigaba el posible pago de sobreprecios en la compra de gas licuado por parte de Planificación Federal. Bonadio tomó medidas de prueba al respecto pero no llegaron a ninguna certeza ni a ninguna pista

La pericia tecnológica sobre el iPhone de Baratta es solo el inicio de muchas pruebas similares que reactualizan la trama del caso de corrupción más relevante de la historia nacional. La principal acusada de cometer y comandar los delitos de cobro de coimas de empresarios es Cristina Kirchner.

Por: Nicolás Wiñazki para Clarín.

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