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Entregador o empleado infiel, las pistas tras el robo millonario en la estación de servicio
Con un detenido y, varios allanamientos durante la madrugada del martes, la Policía perfecciona la investigación.
Por David Silva
Una puerta sin llave, una soldadora y una pista clave. Esos son los datos con los que la Policía cuenta para reconstruir el robo de $4.500.000 en la estación de servicio Sánchez Huerta durante la noche del domingo. Este martes atraparon a un hombre, vinculado con el ilícito. Con muchos cabos sueltos, hay una hipótesis que se baraja entre empleado infiel o un golpe planeado por medio de un entregador.
De momento, desde la Brigada de Investigaciones de Robos y Hurtos descartaron a DIARIO HUARPE que el golpe haya sido al azar. Todos los detalles que hicieron posible el robo hacen sospechar que quién haya planeado o llevado a cabo el atraco conocía los movimientos de los empleados, así como la función y ubicación de cada pieza en la expendedora de combustibles, ubicada en las esquinas de Avenida Rawson entre San Lorenzo y Lateral Norte de Circunvalación, departamento Capital.
El lugar donde se llevó a cabo el robo, según dijeron fuentes involucradas en el caso, es donde se realizaba el conteo de la recaudación diaria de las ganancias. La habitación no tenía llave, sino que se abría con un picaporte suelto que el encargado tenía en su poder.
A la hora del robo, en la caja estaba guardada la recaudación correspondiente de los días jueves al domingo. Además, había una cámara de seguridad que monitoreaba a los empleados encargados de guardar la recaudación en la caja fuerte.
Sin embargo, el dato clave, y que llamó la atención de los investigadores, es que el circuito de cámaras de seguridad no funcionaba desde hace una semana. Creen que el o los ladrones sabían que la estación no estaba vigilada por video.
El o los delincuentes ingresaron con una soldadora para realizar una abertura en la caja fuerte y luego extrajeron el dinero. Los integrantes de la Brigada creen que el ladrón usó una soldadora pequeña, trasladable en un bolso y de gran potencia. Además, se tomaron el tiempo necesario para no hacer suficiente ruido y el trabajo sin que nadie se diera cuenta.
En cuanto a los playeros que trabajaban en ese turno creen que simplemente no vieron o tal vez estaban dormidos a la hora del robo. Fue uno de los empleados que alrededor de las 6 del lunes entró a la oficina y descubrió la caja de seguridad abierta con el faltante de la recaudación.
En poco menos de 24 horas, ya hubo un detenido por el hecho luego de una serie de allanamientos ordenados por la jueza Mabel Moya, del Segundo Juzgado de Instrucción. No descartan tener nuevos indicios y pistas esta semana. El detenido en cuestión vive en Capital y podría establecer un hilo directo en la investigación y resolución del caso.
No descartan ninguna hipótesis: desde un empleado infiel hasta un posible entregador. Algo es seguro: estiman que participaron dos personas.
“Tenemos indicios que los posibles culpables son sanjuaninos y ya tenemos un detenido por el hecho. Seguimos investigando y no descartamos hipótesis, aunque ya tenemos una pista fuerte que nos va llevando a una línea directa y a hacer una posible reconstrucción de como sucedió el robo”, dijo el comisario mayor Jorge Sánchez a este medio.
Pistas clave
• Fueron 4.500.000 pesos argentinos lo que robaron
• Usaron una soldadora para abrir la caja fuerte. Esto se desprende del resto de electrodos hallados en la escena del crimen.
• Conocían los movimientos del lugar y donde guardaban el dinero.
• No fue un golpe al azar.
• Las cámaras de seguridad no funcionaban a la hora del robo.