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Expedientes del Delito: el caso de Julieta Viñales, una muerte que podría haberse evitado
Viñales debía someterse a una extracción de amígdalas, pero al recibir el alta sufrió una hemorragia y muerte cerebral. Denunciaron mala praxis
POR REDACCIÓN
Julieta Viñales tenía 18 años. Como cualquier otra adolescente, tenía sueños y esperanzas para su incipiente futuro. Sin embargo, una operación de amígdalas, una intervención común y sencilla, opacó para siempre la vida de sus padres. Es que tras recibir el alta, murió a los días por una aparente mala praxis que derivó en una grave hermorragia y muerte cerebral.
El sesgo de su vida comenzó en el verano del 2020. Julieta y su madre asistieron a la Clínica Cáceres de garganta, nariz y oído para revisar a la joven. Quien las atendió fue el médico Maximiliano Babsia, quien trabajaba en ese entonces en la clínica.
La joven vivía en Buenos Aires, donde estudiaba, y ese verano vino a San Juan a pasar la temporada con su familia. Desde hacía unos días venía manifestando dolor de garganta y molestias. En esa consulta, Babsia decidió que lo mejor era extirparle las amígdalas, un procedimiento si bien sencillo podía complicarse por la edad de la joven. La fecha programada para su operación fue el 10 de febrero. Tras ser operada, la joven volvió a su casa, pero cuatro días después de la intervención, tosió sangre y fue al Marcial Quiroga para ser revisada, donde quedó internada.
“La llevé a Urgencias del Marcial (Quiroga) y ahí la intentaron estabilizar en la guardia. Le aviso a Babsia y él se acerca por el hospital. Dijo que se le había desprendido una "cascarita" tras la operación. Los médicos entonces la derivaron con una cirugía exploratoria al Hospital Doctor Guillermo Rawson porque tenía conocidos en la terapia”, contó su madre, Cyntia Aboal, a Expedientes del Delito.
Según cuenta su madre, durante la operación afectó levemente la arteria carótida, que sufrió laceraciones durante la intervención quirúrgica. Pero esas laceraciones empeoraron y entonces, pasó lo que más temían.
“A las 24 horas pasó lo peor y no hubo forma de detener el sangrado. Babsia dijo que no hacía falta hacer una cirugía exploratoria porque era su paciente. Se terminó de romper la arteria y mi hija casi muere desangrada”, recordó.
Internada y en grave estado tras la hemorragia, su familia tuvo que buscar 40 dadores de sangre para asistir a Julieta. Pero el 16 de febrero, sufrió un paro cardiorrespiratorio. Los médicos determinaron que tuvo muerte cerebral y quedó en estado vegetativo. El 3 de marzo de 2020, falleció. Tras su muerte, los profesionales del Hospital Doctor Guillermo Rawson en ese momento y Babsia quedaron en la mira de la familia y la Justicia.
“Babsia está imputado por homicidio culposo por una mala praxis. Si esa cirugía y el doctor hubieran hecho bien las cosas, según su buen saber y entender profesional, Julieta estaría viva, sin duda”, dijo Franco Marchese, el abogado de la familia.
Al cumplirse dos años del fallecimiento de Julieta, Babsia se encuentra procesado desde diciembre del 2021, pero en libertad y sigue el estado de la causa desde su casa. Su defensa presentó un recurso de apelación alegando que las pruebas están mal valoradas y que en este caso la responsabilidad recae sobre los médicos del Rawson y no Babsia. Ahora, y se espera que a mediados de este año, la Justicia resuelva si confirma la apelación o la desestima para seguir adelante con el Juicio caratulado, según el abogado de la familia de Julieta, como mala praxis.
“Queremos que todos los responsables que causaron la muerte de mi hija sean juzgados como corresponde. Perder un hijo es el dolor más grande que un ser humano puede percibir. Y yo no me voy a ir de este mundo sin lograr justicia para mi hija”, cerró su madre.
Expedientes del Delito son una serie de informes periodísticos de hechos policiales y judiciales que marcaron a San Juan. Se emitirá un informe todos los miércoles a través de Yo Te Invito, programa que se emite por Canal 5 Telesol, de lunes a viernes de 17 a 18:30 horas.