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FMI: las claves de la apuesta política de Santiago Cafiero en Estados Unidos

El canciller Santiago Cafiero viajó a Washington para buscar el visto bueno clave para cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Antes se reunió con Guzmán. ¿Puede haber bilateral Biden-Fernández?

POR EL CRONISTA PARA DIARIO HUARPE

Por Martín Dinatale

Las cartas ya están lanzadas y el canciller Santiago Cafiero viajó a Washington  para jugar la última movida política de la Argentina: el enviado del gobierno se reunirá con el jefe del Departamento de Estado, Antony Blinken con la intención de convencer a la administración de Joseph Biden en apoyar el cierre de un acuerdo por el pago de ella deuda antes de marzo.

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La reunión forma parte de una estrategia de último momento del gobierno de Alberto Fernández tendiente a forzar un cambio de posiciones de Estados Unidos en el directorio del Fondo y avalar el estiramiento de los plazos del ajuste fiscal para la Argentina que hoy forma parte de la mayor traba en el acuerdo por la deuda de u$s 44.000 millones contraída por Mauricio Macri.

"Es una reunión eminentemente política y no técnica para discutir el acuerdo del FMI", admitió a El Cronista un allegado al canciller Cafiero.

En paralelo, el embajador argentino en Washington, Jorge Arguello, que fue uno de ellos artífices del encuentro Cafiero-Blinken añadió que la charla en el Departamento de Estado servirá para revisar toda la agenda bilateral entre ambos países que está "en un muy buen momento".

El eje Yellen - Lipton

La jugada de Cafiero no será técnica sino política: buscará mostrar al secretario de Estado norteamericano las bondades del cierre de un acuerdo para lograr así tender un "puente positivo", como le dicen en la Casa Rosada, con la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y su asesor principal David Lipton, dos actores clave en el entramado del acuerdo de Argentina con el FMI.

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Algún adelanto de esta estrategia que desplegará Cafiero en Washington le dio la semana pasada el embajador Arguello a Ben Kelmanson, el designado nuevo representar residente senior del FMI en Argentina.

La agenda bilateral

Desde la Cancillería le restaron dramatismo y dobles intenciones a la visita a Washington. Dijeron a El Cronista que la reunión bilateral con Blinken estaba prevista para el 4 de enero en la ONU en el marco de la reunión anual del tratado de no proliferación nuclear pero ese encuentro nunca se hizo. 

Así, se reprogramó para el 18 y desterraron la idea de que el encuentro tuviera algún vínculo con la presidencia de la Argentina en la Celac o el viaje a China de Alberto Fernández vaya a interferir en ello.

La velocidad del ajuste

Las discusiones centrales en el FMI hoy están trabadas por "actores de la política internacional" como dijo Martin Guzmán. Esto es: la decisión de Washington de que la Argentina cumpla con un déficit fiscal a partir del 2024 y no desde el 2027 como pretende el gobierno de Alberto Fernández. 

También se pone como condicionantes para el acuerdo una normalización del esquema cambiario, una reformulación de los subsidios y flexibilización en el esquema de la política comercial exterior.

Para el Kirchnerismo duro esto implica una señal de ajuste que ya adelantó por muchas veces que no avalará.

China, Nicaragua y Venezuela

Si bien el encuentro de Cafiero y Blinken para Estados Unidos es una buena ventana de oportunidades para avanzar en un relanzamiento de las relaciones bilaterales hay dos temas que no dejará de plantear como interrogantes: la cercanía de Argentina a China y los vínculos amables que tiene con los regímenes de Nicaragua o Venezuela.

En Washington hay mucha preocupación por el viaje en febrero de Alberto Fernández a China para los juegos olímpicos vetados por Biden y la visita oficial a Xi Jinping. Allí se resumen las señales de alerta de Estados Unidos por el avance de china en Argentina sobre áreas estratégicas como la energía nuclear, la defensa y el desarrollo de tecnología 5G.

A la vez, el llamado de atención de Washington para la administración de Alberto Fernández en América latina tiene que ver con avalar regímenes como el de Maduro o Daniel Ortega. Sobre este último pesará la preocupación de Washington por la reciente aparición del prófugo iraní acusado del atentado a a la AMIA, Mozhei Rezai, quien estuvo en la reasuncion de Ortega en Managua junto al embajador argentino Daniel Capitanich.

 

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