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Fuerte condena de Adepa a un ataque con bombas molotov contra Clarín
Durante la noche nueve personas fueron hasta el local del medio y arrojaron los elementos incendiarios, en lo que supone un “ataque a la libertad de prensa”.
POR REDACCIÓN
Un hecho de violencia inesperado puso en alerta a los medios de comunicación del país. Es que nueve personas fueron hasta el edificio del Grupo Clarín y arrojaron bombas molotov en un intento de incendiar o dañar el lugar.
Como respuesta, Adepa (Asociación de Entidades Periodistas Argentinas) se sumó a las muestras de apoyo al grupo y condenó enérgicamente el ataque incendiario. En el texto solicitaron “el rápido esclarecimiento y la sanción de los responsables”. Además calificaron el hecho como “una expresión violenta de intolerancia contra un grupo de medios de comunicación y figuran un grave ataque a la libertad de expresión”.
El hecho ocurrió el lunes a las 23:05, según se puede observar en las cámaras de seguridad y tal como detallan los trabajadores de seguridad de la empresa, que se encontraban en el lugar cuando lanzaron las molotov. Un grupo de personas encapuchadas, nueve según se puede ver en las imágenes, llegó al edificio de AGEA caminando, encendieron las botellas con combustibles y las lanzaron contra el frente.
En total arrojaron entre siete y ocho bombas molotov a las oficinas. La primera no lograron hacerla explotar, la segunda lo hizo contra unos árboles y generó el principal foco de incendio y el resto dieron contra el destino.
Lograron dañar la vereda y la puerta de ingreso del edificio de Clarín, generando un foco de incendio. Luego se dieron a la fuga, quedando todo el recorrido filmado. No hubo heridos, aunque la actitud fue caratulada por la Justicia como un acto de intimidación pública.
La causa la investigará el Juzgado Federal Nº 9, junto con personal de la Policía Federal Argentina y la Unidad Antiterrorismo. Por el momento cuentan con las pruebas de las imágenes grabadas por el circuito de seguridad, ya solicitaron al Gobierno de la Ciudad las grabaciones de zonas cercanas y también hay una huella dactilar tomada de una de las botellas que rompieron.