Huarpe Deportivo
Impactante batalla campal entre hinchas en Brasil
Un clima de caos y violencia invadió las calles de Recife, Brasil, tras los enfrentamientos entre hinchas de los clubes Sport Recife y Santa Cruz, previo al clásico del Campeonato Pernambucano.
Por Mauro Cannizzo 03 de febrero de 2025
Un clima de caos y violencia invadió las calles de Recife, Brasil, tras los enfrentamientos entre hinchas de los clubes Sport Recife y Santa Cruz, previo al clásico del Campeonato Pernambucano. El incidente, que comenzó en los alrededores del Estadio Arruda y se extendió a varios barrios de la ciudad, dejó al menos 12 personas heridas, varios detenidos y una serie de actos vandálicos que conmocionaron tanto a los habitantes de la ciudad como a las autoridades locales. La magnitud de los disturbios obligó a una respuesta urgente por parte de las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con el Hospital de la Restauración, en el centro de Recife, 12 personas fueron ingresadas debido a agresiones físicas. Aunque seis de ellas fueron dadas de alta, tres continúan hospitalizadas. Las autoridades médicas confirmaron que todos los pacientes están recibiendo la atención adecuada, pero se mantienen en reserva detalles sobre su estado. Testigos de los hechos informaron que las peleas, que involucraron piedras y palos, desataron un clima de pánico, con estampidas y explosiones de artefactos, dejando a muchos habitantes aterrados.
Violentos enfrentamientos entre hinchas en Brasil
Las violentas escenas no sólo ocurrieron en las calles de Brasil, sino que también incluyeron actos de vandalismo como la destrucción de mobiliario urbano y saqueos a tiendas y supermercados. La Policía Civil informó que los enfrentamientos se extendieron a diferentes sectores de la ciudad, como los barrios de Iputinga, Torre y Madalena, y varias personas fueron detenidas, tanto en las zonas más afectadas como en la Terminal Integrada de Pasajeros de Pelópidas Silveira, cuando intentaban invadirla.
La gravedad de los disturbios no pasó desapercibida para las autoridades. La gobernadora de Pernambuco, Raquel Lyra, condenó con firmeza los hechos y anunció el despliegue de 700 agentes de la Policía Militarizada para frenar los actos violentos. Además, destacó que se tomarán medidas para sancionar a los responsables de estos episodios. Por su parte, el alcalde de Recife, João Campos, calificó a los agresores como "vándalos" y resaltó la necesidad urgente de actuar para evitar que la violencia continúe manchando al deporte.
A pesar del caos en las calles, la Federación Pernambucana de Fútbol decidió que el partido entre Sport Recife y Santa Cruz se llevara a cabo, aunque a puerta cerrada. El encuentro, que terminó 1-0 a favor de Santa Cruz, fue presenciado por 27.506 personas dentro del estadio sin mayores incidentes. En respuesta a los disturbios, el Gobierno de Pernambuco implementó una medida drástica: prohibir la presencia de aficionados en los próximos cinco partidos de ambos clubes, incluyendo encuentros locales y de torneos regionales. Esta decisión, que será formalizada próximamente, busca erradicar la violencia en el fútbol y proteger a los aficionados y jugadores. Sin embargo, Sport Recife expresó su desacuerdo con la sanción, argumentando que los clubes no deben ser responsabilizados por los actos de violencia ajenos a ellos.