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Jorge y su perro Moro, la dupla sanjuanina que hace más de ocho años busca gente extraviada

El hombre inició con otra mascota en 2007 cuando se extravió su hijo. Participaron en distintos operativos.

29 de octubre de 2020

“Somos una dupla inseparable”, así define Jorge Torres, un sanjuanino de 65 años, la relación que tiene con su perro Moro, un pastor belga groenendael de ocho años. Juntos realizan distintos operativos para encontrar personas perdidas y poder rescatarlas. El último procedimiento fue el hallazgo del cuerpo de Eduardo Rivas, el andinista que murió el domingo pasado en el cerro La Sal.

Jorge es docente jubilado. Toda su vida se dedicó a una asignatura técnica en la primaria y dio Lengua a estudiantes secundarios. Sin embargo, dejó de lado las tizas y el maletín para entrenar a sus mascotas en la búsqueda de aquellos que requerían una ayuda debido a que estaban en situación de peligro.

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Todo comenzó en el año 2007 cuando Cristian, el hijo de Jorge, se perdió entre los cerros de Zonda. Cuenta que era una noche oscura donde el cielo estaba encapotado y no se veía absolutamente nada. Ahí pensó lo peor, pero luego de algunas horas de búsqueda el joven apareció sano y salvo.

“Las primeras horas son fundamentales porque las condiciones corporales cambian y con un perro ahorramos mucho tiempo”, detalló Jorge a DIARIO HUARPE.

Todo comenzó en el año 2007 cuando Cristian se perdió entre los cerros de ZondaFoto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

Ese momento marcó un antes y un después en su vida. “Tengo que preparar a mi perro para buscar a mi hijo”, reflexionó. Así fue que cuando llegó a su casa se encontró con Belluschi, un dóberman, al cual le dio entrenamiento y empezaron a salir a distintos operativos. Explica que todos se quedaban sorprendidos de la astucia del animal debido a que esa raza no se caracteriza en el desarrollo de estas tareas, pero él rompió las reglas.

Había pasado cinco años y a la familia llegó Moro, según Jorge, un perro multipropósito. El animal busca no tan sólo en el suelo, sino también entre los escombros, los edificios, zonas rurales, urbanas y de montañas. Esto marcaba una diferencia con Belluschi, este era más limitado y solamente seguía los olores que quedaban en el piso. De todos modos, su partida causó un gran dolor en la familia durante el mes de diciembre del año pasado.

“Toda la familia lo lloramos porque éramos muy unidos, pero nos quedó el otro pilar que es Moro”, explicó.

Jorge contó que el entrenamiento que le dio a su perro fue simple, pero al mismo tiempo requirió de una cierta complejidad. A Moro lo preparó desde que tenía 45 días. Todo comenzó como un juego y a medida que pasaban los días se iba complicando. Dijo que es un proceso evolutivo que surte efecto de acuerdo a la actitud que va asumiendo el animal. La premisa básica es que para jugar hay que buscar.

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Había pasado cinco años y a la familia llegó Moro, según Jorge, un perro multipropósito. Foto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

En esa línea, iniciaron con una pelota y a medida que el perro se incentiva, ese objeto va cambiando a distintas personas. Entonces el animal si quiere jugar debe buscar el olor de quien se quedó con su juguete y así van dosificando las pruebas para consagrarlo un experto en esa materia.

“Al único que respeta es a mí. Cuando estamos de búsqueda él es uno más, ahora cuando deja de trabajar él es mi guardaespaldas”, sintetizó Torres. 

El entrenamiento de Moro comenzó cuando apenas tenía 45 días. Foto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

Operativos

Jorge formó en 2014 un grupo donde congregó a otros sanjuaninos que realizan estas tareas en conjunto con la Policía Federal, Grupo Geras, rescatistas y organizaciones civiles. El hombre comentó que participaron en varias búsquedas, pero algunas fueron muy significativas porque tomaron relevancia pública.

Uno de los operativos que más recuerda fue de la búsqueda de Benjamín, el niño de seis años que pasó toda una noche en la zona del Salado en Albardón. Allí participó hasta la madrugada, pero retornó luego a las 10 del día que apareció con vida gracias al aporte de unos baqueanos del lugar.

También les tocó ser parte del hallazgo del cuerpo de Brenda Requena Montaña, la joven que murió en Albardón luego de que su pareja la quemara y enterrara en un descampado. Mientras los policías apuntaban al lugar que le decía el esposo de la mujer tratándolos de despistar, fue el aporte de testigos y el olfato de los perros los que indicaron el punto exacto.

Foto: Mariano Martín / DIARIO HUARPE.

Y finalmente el más reciente fue la búsqueda del andinista que hacía trekking. Jorge comentó que ellos llegaron a unos 150 metros de donde apareció el cuerpo, pero como era una zona muy empinada él no pudo continuar el recorrido. Dieron intervención a la Policía Federal que con el apoyo logístico del helicóptero de la provincia pudieron dar con Rivas.

Jorge tiene dos objetivos claros. Por un lado, el afán de salvar a los sanjuaninos que soliciten ayudas, pero por otro tiene intenciones de reivindicar a muchos perros que con el mote de “potencialmente peligrosos” causan temor a la sociedad.

“Mis dos animales son de raza potencialmente peligrosa, pero eso va en cómo fue la crianza porque los míos están acostumbrados a salvar vidas, nada más”, concluyó.

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