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La Ignacio de la Roza se tiñó de celeste y blanco: así se vivió el desfile en San Juan
El frío no fue impedimento para que miles de ciudadanos se convocaran en este 25 de mayo para ver el primer desfile que se hace luego de la pandemia. Los perros de la Policía y los aviones fueron lo que causó furor.
Por Eliana Ruiz
La mañana helada de este miércoles, feriado por un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, no fue impedimento para que miles de sanjuaninos asistieran al desfile por el 25 de Mayo. El mismo tuvo lugar en la renovada avenida Ignacio de la Roza, la cual fue estrenada después de una histórica repavimentación.
Con gorros, camperas gruesas, banderas blancas y celestes envolviendo los cuerpos y hasta mantas, los ciudadanos se acercaron hasta la avenida central para volver a ser parte de este desfile que por primera vez se realiza luego de la pandemia de coronavirus.
Las personas comenzaron a congregarse antes del mediodía, el sector del palco era en el que más gente había. La mayoría, sin barbijo, pese a la escalada de casos de coronavirus que hubo en los últimos días.
Minutos después de las 12 del mediodía inició el desfile. El comienzo estuvo marcado por un hecho particular, decenas de docentes reclamando por un sueldo digno. "Somos docentes, sueldos indigentes", “Sueldo digno”, eran tan solo algunas de las frases que gritaban. Gran parte de ellos llevaban carteles en los que pedían aumentos salariales para que el sueldo les permita cubrir, al menos, la canasta básica de alimentos, según contaron. Los cánticos estuvieron desde el inicio, pero en el momento del Himno Nacional Argentino todos hicieron un profundo silencio y cantaron. Después de ello, un grupo de policías comenzó a alejarlos de las vallas y los rodearon para que no pudieran acercarse nuevamente.
En un principio, el público miró atentamente este hecho, aunque luego se dedicó a observar a quienes fueron desfilando.
Los primeros que abrieron paso fueron alumnos de diversas instituciones educativas públicas y privadas. Entre ellas, de Nivel Inicial, Primario, Secundario, escuelas de turno vespertino y nocturno, como así también, profesorados y de Educación Especial.
Los estudiantes marcharon con orgullo y ocuparon la calle hasta pasadas las 12.40. Después, los centros artísticos fueron los dueños de la escena con ancianos vestidos de gauchos y paisana. Entre sus integrantes hubo una mujer de unos 70 años que destilaba simpatía y saludaba a todo el que la miraba con una sonrisa. Con una flor en su cabello, una mano extendiendo su falda y la otra saludando, les sacó sonrisas a muchas de las personas que la veían. Se la notaba feliz de poder estar disfrutando de ese momento.
Le siguieron los deportistas, entre los que hubo ciclistas destacados, participantes de los Juegos Provinciales Evita y del Programa Líderes Barriales, cuyos integrantes tenían diversas edades.
Después de esto hubo un emotivo momento. Comenzaron a marchar por la avenida veteranos de Malvinas que fueron homenajeados debido a que el pasado 2 de abril se cumplieron 40 años del conflicto bélico que se cobró la vida de 649 argentinos. Cuando los excombatientes pasaron frente al palco una lluvia de papeles celestes y blancos cayó sobre ellos. Los inundaron los aplausos y el público se mostró emocionado. No obstante, sólo fue por un momento debido a que el frío acobardó a los espectadores que poco aplaudían, sólo lo hacían en momentos especiales.
Entre los veteranos de guerra estuvieron los integrantes del CEAS y de la Agrupación 2 de Abril, como así también, la Agrupación ex Marinos del Canal de Beagle, que desfiló con una bandera que rezaba: “No nos olvidemos de nuestros 44 héroes”.
Cuando los ex combatientes pasaban, por los parlantes se sentía: “Viva la Patria, vivan las Islas Malvinas que son, fueron y serán argentinas”. Después de ello, parte del público gritaba: “Viva”.
Tras este grito, cuatro aviones sobrevolaron por el cielo y captaron la atención de todos los sanjuaninos. Después fueron más los que pasaron por el cielo, por lo que muchos prepararon sus celulares con anticipación y grabaron ese momento para que quede inmortalizado y puedan revivirlo cuando lo deseen.
Mientras tanto, marchaban fuerzas militares y de seguridad. Pasó el Regimiento de Patricios, Gendarmería Nacional y el RIM 22 al grito de: “Libertad, libertad, la meta final”. Posteriormente, pasaron efectivos policiales de diversas áreas, entre ellas, las de canes detectores de frogas y de explosivos. Los perros causaron sensación en los más pequeños que miraban desde los palcos expresando sus ganas de estar cerca de los animales.
Las autobombas de Bomberos voluntarios y también de la Policía de San Juan que siguieron fueron furor. Con sus sirenas y tocando la bocina, volvieron a encender al público que comenzó a aplaudir nuevamente y a saludar a los efectivos que iban arriba de los vehículos.
Luego, fue el turno de los integrantes del área Montada en sus caballos con diversas características que también fascinaron a los chicos que miraban desde los costados de la avenida y trataron de acercarse.
Hombres conduciendo autos antiguos fueron de los últimos que desfilaron. En fila y tocando bocinas pasaron por la Ignacio de la Roza saludando a todos los que miraban atentos. Algunos, no podían creer las características de estos vehículos que parecían haber salido de películas del pasado.
Así, pasadas las 14.30 de este 25 de mayo, el desfile culminó. Miles de personas volvieron felices a sus hogares por haber vuelto a presenciar este acto patriótico que emocionó a todos.
En familia para seguir con la tradición
Julio Aballay llegó este miércoles al desfile emocionado porque su hija iba a participar junto a la institución educativa a la que asiste. No fue sólo, sino que lo hizo en familia, ya que es una de sus tradiciones, siempre que pueden, van a los desfiles juntos y este no podía ser la excepción. Es por ello que fue junto a su hija, su suegra, su cuñada y su sobrino.
“Los desfiles son muy significativos para nosotros por eso vinimos en familia y con el entusiasmo de siempre. Tratamos de ir a todos”, dijo Julio con orgullo mostrando una bandera de Argentina que se había atado al cuello y le colgaba por la espalda.
Aprovecharon para ir en familia a ver el desfile. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.
Una oportunidad para vender
Mientras se llevaba a cabo el desfile, una gran cantidad de vendedores ambulantes aprovecharon la ocasión para vender sus productos. Ofrecieron copos de azúcar, galletas, pochoclos, manzanas acarameladas, choris, escarapelas y hasta banderas, la diversidad de elementos que vendieron fue inmensa.
Uno de los vendedores que llegó hasta la zona del desfile y se instaló con su puesto fue Gustavo Cáceres que aprovechó la ocasión para comercializar choripanes.
“Hemos aprovechado el desfile porque en la pandemia estuvimos muy parados y nosotros vivimos de esto. Por suerte se está vendiendo bien”, contó Gustavo.
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