La jornada laboral que proponen Elon Musk y Sergey Brin ¿Cuántas horas se debería trabajar?

La tradicional jornada laboral de ocho horas, establecida como un estándar global durante décadas, enfrenta uno de sus mayores desafíos luego de la propuesta de Elon Musk. El antes mencionado, reconocido por sus ambiciosos proyectos al frente de Tesla, SpaceX y X, ha vuelto a sacudir el panorama laboral al promover una cultura de trabajo intensiva que podría dejar obsoleta la estructura de 40 horas semanales. Desde su nuevo rol como director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Musk ha revelado que algunos de sus empleados trabajan hasta 120 horas por semana.

La propuesta de Elon Musk

Según el empresario, esta exigencia responde al compromiso que exige una transformación radical en la gestión pública. Musk argumenta que los equipos que lidera no pueden darse el lujo de trabajar con la misma intensidad que sus “rivales burocráticos”, quienes, según él, pierden terreno por limitarse a jornadas convencionales. Esta visión no es nueva: en 2018, Elon Musk ya había afirmado que cambiar el mundo requiere mucho más esfuerzo que una semana laboral tradicional.

Elon Musk no está sólo en esta cruzada. Sergey Brin, cofundador de Google, también ha manifestado su apoyo a un modelo de trabajo más exigente. En un memorando interno filtrado recientemente, Brin sugirió que los ingenieros involucrados en proyectos de inteligencia artificial deberían trabajar al menos 60 horas semanales. A su juicio, esa cantidad representa un equilibrio ideal entre esfuerzo y resultados, y criticó duramente a quienes no alcanzan esa marca, calificándolos de un lastre para el equipo.

Sin embargo, estas declaraciones no han estado exentas de polémica. Diversas organizaciones laborales han cuestionado la ética y legalidad de imponer jornadas tan prolongadas, advirtiendo sobre los riesgos físicos y mentales que implica mantener un ritmo de trabajo tan intenso. La legislación estadounidense, de hecho, establece límites claros sobre las horas permitidas por semana, y la propuesta de figuras como Elon Musk podría entrar en conflicto con esas normativas.

Más allá del debate legal, lo que está en juego es el equilibrio entre la innovación y el bienestar de los trabajadores. Mientras algunos aplauden la ambición de estos líderes tecnológicos, otros temen que esta tendencia pueda consolidar una cultura laboral insostenible, en la que el éxito se mida exclusivamente por la cantidad de horas trabajadas, sin considerar el costo humano que esto conlleva a lo largo del tiempo.