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Llegaron los 133 cardenales que elegirán al nuevo papa en el Cónclave
El Vaticano informó que ya se encuentran en Roma los 133 cardenales con derecho a voto que participarán en el cónclave a partir del 7 de mayo.
POR REDACCIÓN
El Vaticano confirmó este lunes que los 133 cardenales con derecho a voto ya se encuentran en Roma para participar en el cónclave que comenzará el miércoles 7 de mayo, con el objetivo de elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril.
Aunque actualmente hay 135 cardenales menores de 80 años habilitados para votar, dos de ellos —el español Antonio Cañizares y el keniano John Njue— no asistirán por razones de salud. Para la elección del nuevo pontífice se requiere una mayoría de dos tercios, es decir, al menos 89 votos.
Este cónclave será el más diverso geográficamente en la historia de la Iglesia católica. Los electores provienen de 71 países, con la siguiente distribución: Europa (52), Asia (23), África (17), América del Sur (17), América del Norte (16), Centroamérica (4) y Oceanía (4).
En preparación para el evento, el Vaticano ha instalado la tradicional chimenea en la Capilla Sixtina, desde donde se emitirá humo negro si no hay acuerdo tras una votación, y humo blanco cuando se logre elegir al nuevo Papa. Durante el cónclave, se realizarán dos votaciones por la mañana y dos por la tarde, y las fumatas se producirán al final de cada bloque de votaciones.
Los cardenales han estado discutiendo temas cruciales en las congregaciones generales previas al cónclave, incluyendo la delicada situación financiera de la Santa Sede, que presentó un déficit de 83,5 millones de euros en 2023, y la profunda polarización interna que afecta a la Iglesia. También se han mencionado posibles candidatos al papado, como los cardenales Pietro Parolin, Matteo Zuppi y Fernando Filoni, aunque aún no hay consenso claro.
El próximo Papa enfrentará desafíos significativos, como decidir si continuar, modificar o abandonar las reformas iniciadas por Francisco, abordar la polarización interna, y enfrentar cuestiones internacionales complejas, incluyendo las relaciones con China y la guerra en Ucrania. Con la llegada de los cardenales a Roma y la Capilla Sixtina lista para el cónclave, la Iglesia católica se prepara para un momento decisivo en su historia.