POR REDACCIÓN
08 de octubre de 2019
El cuerpo hallado el pasado 28 de agosto en un batallón del Ejército uruguayo pertenece al militante comunista Eduardo Bleier, un detenido desaparecido durante la dictadura cívico-militar (1973-1985), confirmaron este lunes familiares de desaparecidos. Según explicó el integrante del colectivo Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos Juan Errandonea, la confirmación de la identidad fue hecha anoche por el coordinador del Grupo de trabajo por Verdad y Justicia, Felipe Michelini. Errandonea destacó que una vez que Michelini y la jueza del caso, Isaura Tórtora, se enteraron fueron a la casa de la familia de Bleier para comunicarles la noticia, reseñaron la agencia de noticias EFE y la prensa uruguaya. El hallazgo fue informado por el noticiero local Subrayado tras comunicarse con uno de los hijos de Bleier, Gerardo, quien también expresó que habló con el presidente Tabaré Vázquez. A fines de agosto se encontraron restos óseos en un antiguo batallón del Ejército uruguayo que, desde hace ya años, se presume que oculta restos de detenidos desaparecidos en la dictadura. Cuando se logró retirar el cuerpo se llevó una muestra a un laboratorio en Argentina donde hay una nómina para poder cotejar el ADN. A partir del estudio de esta muestra se logró tener la certeza de quién fue la persona encontrada. En el inmenso sitio militar donde se halló a Bleier se trabaja desde 2005 con excavaciones y ya se había encontrado tiempo atrás el cuerpo del también militante comunista Fernando Miranda. Bleier nació en 1927 y fue detenido por el gobierno dictatorial en 1975, a los 47 años. Además de dirigente comunista e integrante del Comité Central de este partido, se sabe que era odontólogo, estaba casado y tenía cuatro hijos. Una vez detenido, Bleier -cuyo alias era "Enrique"- fue derivado al centro de detención 300 Carlos R y luego al 300 Carlos, también conocido como "Infierno Grande". Según el informe de la Comisión para la Paz de 2003, Bleier murió entre el 1 y el 5 de julio de 1976, a causa de las torturas recibidas en dicho centro de detención. Errandonea señaló que ahora su organización esperará "qué es lo que decide la familia" respecto de cualquier acto o convocatoria y se adecuarán a lo que quieran hacer. Tras la noticia, la organización emitió un comunicado donde reconoce "a todas las personas" que durante estos años han acompañado la búsqueda "desde diferentes posiciones y responsabilidades". También califica de "continuación perversa del crimen" mantener desaparecidos hasta hoy a quienes ya fueron torturados y/o asesinados por parte de "un grupo de criminales, que sabiéndose impunes, niegan la verdad que saben". En otros lugares de las Fuerzas Armadas se encontraron restos del militante de izquierda Ubagesner Chaves Sosa (2006); en octubre de 2011 los del maestro y periodista Julio Castro y en marzo de 2012 el sindicalista Ricardo Blanco. Según las estimaciones, hoy habría cerca de 200 personas -entre hombres, mujeres y niños- desaparecidas tras la dictadura.
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