Mundo > Tristeza absoluta
Luciano Aparicio es el argentino fallecido en el accidente aéreo de Washington
El hombre era contador, egresado de la Universidad de Buenos Aires.
POR REDACCIÓN
El ciudadano argentino que perdió la vida en el fatal accidente aéreo ocurrido en Washington, Estados Unidos, fue identificado como Luciano Aparicio. Viajaba junto a su hijo Franco, de 13 años y de nacionalidad chilena, cuando el avión en el que se encontraban colisionó con un helicóptero militar en las proximidades del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington D.C.
El siniestro, que tuvo lugar el miércoles por la noche, resultó en la muerte de 67 personas. Las labores de rescate continúan en la búsqueda de 14 desaparecidos, mientras los equipos especializados han logrado recuperar decenas de cuerpos de las aguas frías del río Potomac, donde se precipitaron ambas aeronaves. Según informó la cadena CNN, las operaciones de rescate se suspendieron temporalmente al caer la noche.
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Luciano Aparicio era contador, egresado de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y desempeñaba un papel clave en la empresa energética estadounidense AES Corporation como director general de Fusiones y Adquisiciones. Su muerte ha causado conmoción en el sector empresarial y entre sus allegados.
El accidente se produjo cuando el avión comercial regional Bombardier CRJ700, operado por American Eagle, filial de American Airlines, despegó de Wichita, Kansas, con 60 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo. En su aproximación al aeropuerto de Washington, colisionó con un helicóptero militar Blackhawk en el que viajaban tres soldados, quienes también fallecieron en el impacto.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, expresó su pesar ante la tragedia, calificándola como "una noche oscura para nuestra nación, una tragedia de proporciones horribles". Por su parte, American Airlines emitió un comunicado lamentando profundamente la pérdida de vidas humanas.
Las autoridades han descartado la posibilidad de encontrar sobrevivientes en lo que ya es considerado el accidente aéreo más mortífero en Estados Unidos desde 2001. Se continúan investigando las causas exactas del siniestro para determinar las responsabilidades y evitar futuras tragedias de esta magnitud.