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Malestar de vecinos por la caída en las ventas a causa de la demora y falta de comunicación con una obra de cloacas
Los comerciantes aseguran que los trabajos afectaron la temporada de ventas en la época más importante del año.
Comerciantes de la zona de 9 de Julio, entre lateral de Circunvalación y Hermogénes Ruiz, están viviendo un escenario de desidia por las obras cloacales de OSSE que iniciaron en verano. Los ciudadanos aseguran que perjudicaron las ventas de los comercios y dejaron la arteria sucia tras concluir los trabajos.
Los dueños de los negocios no tienen consuelo ante las pérdidas que tuvieron en la temporada de verano por los cortes en calle la 9 de Julio. “La verdad fue muy incómoda la situación para los comerciantes debido a que empezaron las obras en una época que es fundamental para nosotros”, expresó Liliana Rodriguez, quien es propietaria de un almacén. Las tareas iniciaron en enero y continuaron hasta marzo, de acuerdo a los vecinos.
Esa área comercial se beneficia del flujo vehicular que genera durante el verano las visitas a Ullum o Zonda. Al interrumpir el tránsito, la gente no podía pasar y, por lo tanto, no se detenían a comprar, de acuerdo al relato de la mujer.
También, denunció que nunca les notificaron sobre los días de los tareas y resaltó la falta de limpieza y la desprolijidad que dejaron tras la finalización de los trabajos. Por otra parte, la gente estaba desorientada porque los colectivos tuvieron que desviarse y no encontraban la paradas.
“Algunos dicen que estamos en contra del progreso, estoy en contra de que las obras no se hagan programadas y sin consulta”, declaró Rodríguez.
Marcela Báez es vecina del barrio San Juan y expresó que siempre iba a los comercios de la 9 de Julio, pero como no tenía acceso debía irse a otro lugar. También, aseguró que hay calles que fueron repavimentadas y las destruyeron en poco tiempo. “Las calles asfaltadas las rompieron y las tuvieron que volver a hacer”, afirmó. Por ejemplo en calle Río Bamba al Sur de la 9 de Julio, indicó.
“Las ventas bajaron muchísimo y tampoco dijeron cuando iban a cortar. Tendrían que avisar y notificar con tiempo para organizarnos”, aseguró, Carla Morales, trabajadora de una farmacia.
Otro comercio afectado fue una verdulería que tuvo que afrontar atrasos con el alquiler por las bajas ventas. “Muchos negocios tuvieron que cerrar en los días de obras”, afirmó el verdulero Fernando Dominguez.
Si bien la empresa se retiró, todavía quedan las calles sucias y con piedras, de acuerdo al relato de los ciudadanos .
De hecho, el vidrio de la puerta de una panadería quedó trizada por una piedra que le cayó. "El vidrio está sobre $8.000. Hicimos los reclamos ante OSSE y la municipalidad para que lo arreglen", dijo Daniela Vitale, empleada.