Miocardiopatías: la enfermedad silenciosa que causa muerte súbita en jóvenes  

Cada año, cientos de jóvenes en Argentina y miles en el mundo mueren de manera inesperada debido a enfermedades cardíacas no diagnosticadas. Entre ellas, las miocardiopatías son una de las principales causas de muerte súbita en menores de 35 años, especialmente en deportistas de alta intensidad.  

Las miocardiopatías son un grupo de trastornos que afectan el músculo cardíaco, muchas veces de origen genético. Se estima que más de 20 millones de personas en el mundo las padecen, y en Argentina la cifra podría superar las 138.000, aunque no existen registros oficiales que permitan conocer el número exacto de afectados.  

La miocardiopatía hipertrófica (MCH) es la forma más común y se caracteriza por el engrosamiento del ventrículo izquierdo del corazón, lo que puede dificultar el flujo sanguíneo y generar arritmias peligrosas. Según un informe de Bristol Myers Squibb, respaldado por la Sociedad Argentina de Cardiología y la Federación Argentina de Cardiología, la MCH afecta a 1 de cada 500 personas, lo que equivale a aproximadamente 92.000 casos en el país.  

Otras formas incluyen:  
- Miocardiopatía dilatada (MCD): afecta la capacidad del corazón para bombear sangre.  
- Miocardiopatía restrictiva (MCR): impide el llenado adecuado de los ventrículos.  
- Miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho (MAVD): altera la estructura del corazón y genera arritmias.  
- Miocardiopatía no dilatada del ventrículo izquierdo (MNDVI): una forma recientemente reconocida.  

Uno de los principales problemas de estas enfermedades es que muchas veces no presentan síntomas en sus etapas iniciales, lo que dificulta su detección temprana. Cuando aparecen señales como falta de aire, palpitaciones, dolor en el pecho o desmayos, el daño al corazón ya puede ser significativo.  

En deportistas, la miocardiopatía hipertrófica ha sido la causa de varios casos de colapsos y fallecimientos en plena competencia. Luis Aguinaga, presidente de la Federación Argentina de Cardiología, explicó que la disnea (dificultad para respirar) y las palpitaciones son síntomas frecuentes. "En algunos casos, el primer signo puede ser la pérdida de conciencia, lo que subraya la importancia de un diagnóstico temprano", destacó.  

Aguinaga señaló que no es necesario realizar estudios masivos a la población, pero sí a quienes presentan síntomas o tienen antecedentes familiares. Un electrocardiograma y una ecografía cardíaca son los primeros estudios recomendados para la detección. En casos específicos, pueden ser necesarios estudios más avanzados como resonancias cardíacas, cateterismos o análisis genéticos.  

El Dr. Juan Pablo Costabel, coordinador de Miocardiopatías del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), explicó que si bien estas enfermedades no tienen cura, existen tratamientos que mejoran la calidad de vida. "Los fármacos más avanzados han sido desarrollados recientemente, pero su alto costo y acceso limitado dificultan su disponibilidad en Argentina", advirtió.  

En algunos casos, las cirugías pueden ser una opción, especialmente en miocardiopatías hipertróficas obstructivas, donde el músculo cardíaco engrosado se reduce quirúrgicamente para mejorar el flujo sanguíneo. En situaciones críticas, el trasplante cardíaco puede ser una alternativa, aunque es poco frecuente para la MCH.  

Los especialistas coinciden en que la detección temprana y la implementación de controles sistemáticos podrían reducir significativamente el número de muertes súbitas en jóvenes. La creación de unidades especializadas en cardiopatías familiares, el acceso a estudios genéticos y la obligatoriedad de chequeos cardíacos en atletas de alto rendimiento son algunas de las estrategias recomendadas para mejorar la prevención y el tratamiento de estas enfermedades en el país.