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Nicolás Pelayes, un rapero que llega desde 9 de Julio con un mensaje esperanzador
El rapero ganó el concurso ambiental de Anchipurac y prepara su primer disco.
Nico Pelayes camina por las calles de su barrio Santa Rita, en 9 de Julio. Con instrumentales en su cabeza, a cada paso lleva el ritmo del rap. Su nombre aparece después de ser el ganador de “Dos minutos”, el concurso ambiental lanzado por Anchipurac.
Luz y guía
Cuando Nico habla del rap, parece estar hablando de una senda, de una especie de camino ninja. “Mi idea es llevar un mensaje positivo, algo que ayude a los demás”, dice.
La lírica de Nicolás se equilibra entre lo pedagógico y lo profético. Rasgos que se pueden percibir en su obra ganadora “Si escuchás mi voz, vamos a hablarle al mundo”. Canción que fue compuesta y grabada en dos días y que nació para continuar con esas ganas de dar un mensaje positivo.
Rapero sin ciudad
El movimiento cultural que inicia en las ciudades ha ido extendiéndose. En algunos casos mutando al freestyle que nace en las plazas, en otros forjando una estética de una identidad.
El movimiento nacido en el Bronx de los Estados Unidos llega cuando Nicolás tenía 18 años a través de su hermano David y a través de un exponente latinoamericano Canserbero. Una flecha del norte que se clava en el sur.
Recién a los 23 lanza su primer tema “Marioneta” y la próxima semana espera presentar su primer disco “Vuelo 23”, material que fue grabado durante el 2020.
“Desde ese momento sentí como uno puede mostrar lo que piensa del mundo a través de rimas. El rap en mi vida se ha vuelto mi psicólogo, porque yo le cuento lo que pienso y él se encarga de ordenarlo y Dios le da el toque de perfección”, comenta.
El artista nuevejulino parece un error en la matrix, pero no es más que un exponente de cómo la cultura urbana llega y se transforma en una herramienta política y cultural.
Es que ser de un departamento por fuera del Gran San Juan significa una oportunidad clave para mostrar que “no importa la distancia o situación económica que una persona tenga cuando uno tiene un don no tiene que mirar las cosas como un problema, sino como una herramienta para salir y llegar adonde uno lo desea”.