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Nicolás Ramírez será el árbitro del River-Boca en el Monumental
Con un historial cargado de emociones, Nicolás Ramírez fue elegido nuevamente para impartir justicia en el Superclásico entre River y Boca en el Monumental. El juez de 38 años será protagonista por segunda vez consecutiva del partido más caliente del fútbol argentino.
POR REDACCIÓN
El Superclásico ya tiene a su árbitro designado y es una cara conocida: Nicolás Ramírez será el encargado de impartir justicia este domingo en el Monumental, en el marco de la 15° fecha del Torneo Apertura, la última antes del cierre.
La Liga Profesional apostó por el juez de 38 años que, pese a la polémica en el último cruce entre River y Boca, volvió a recibir el visto bueno de ambos clubes. En aquella ocasión, en La Bombonera, anuló sobre el final un gol de Milton Giménez por una mano y el duelo terminó 1-0 en favor del Millonario. Sin embargo, esa decisión no alcanzó para bajarlo de la consideración y nuevamente le ganó la pulseada a otros candidatos fuertes como Facundo Tello y Yael Falcón Pérez.
La estadística también juega su partido. Ramírez dirigió 10 veces a River con un saldo parejo: tres victorias, tres empates y cuatro caídas. Incluye la igualdad y posterior eliminación por penales frente a Talleres en la Supercopa Internacional. Boca, por su parte, tiene mejores recuerdos: ganó seis de los nueve encuentros en los que estuvo bajo la mirada del árbitro de González Catán, y perdió tres.
El camino de Ramírez hacia el referato comenzó lejos del silbato. Nacido en 1986 en el conurbano bonaerense, su sueño era jugar en Primera. Mientras cursaba Educación Física en la Universidad Nacional de La Matanza, probó suerte en Agustín Álvarez de 9 de Julio, donde jugó como delantero entre 2009 y 2011. “Fue una revancha para mí, que había estado distanciado del fútbol por no haber llegado a AFA”, recordó tiempo después.
Cuando llegó la chance de dedicarse al arbitraje de manera profesional, no dudó. Dejó la camiseta roja y se enfocó de lleno en una carrera que lo llevó desde infantiles y categorías del ascenso, hasta llegar a Primera División en apenas seis años. Su proyección era tal, que Horacio Elizondo –recordado por dirigir la final del Mundial 2006– lo señalaba como candidato para convertirse en árbitro internacional. Sin embargo, las lesiones retrasaron ese salto, que recién pudo concretar en 2023.