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No podía acercarse a su expareja pero fue hasta su casa y entró por la fuerza: lo condenaron a 10 meses de cárcel
La mujer y víctima de la desobediencia judicial tenía una orden de restricción en su contra de contacto y acercamiento de 200 metros.
POR REDACCIÓN
El día de los enamorados se convirtió en una pesadilla para una mujer de Pocito. Ni bien abrió la puerta, se encontró con su expareja. Y la visita escaló al grado de violencia cuando el hombre, que tiene una orden de restricción por parte de la Justicia, ingresó a su casa por la fuerza y no se quiso ir. Este martes 2 de marzo fue juzgado y ahora pasará casi un año en la cárcel por violar el mandato judicial.
Así lo relata la constancia judicial. Todo ocurrió el pasado 14 de febrero en una vivienda del barrio Margarita Ferrá en Pocito. Allí vive la víctima, en una casa de ese barrio junto con sus hijos (no especificaron si son comunes de la pareja). Ese lunes transcurría con normalidad hasta que, alrededor de las 17.00, C.A.M. (el nombre del condenado no será revelado para guardar la integridad e identidad de la víctima) llego a “visitar” a su todavía esposa. Cabe destacar que la pareja está separada de hecho pero ambos legalmente siguen siendo esposos.
Sin embargo, la situación tomó un tono tenso puesto que C.A.M. tiene una orden de restricción en su contra por 200 metros de la mujer y su casa. Y el tono del contexto cambió rotundamente cuando el hombre ingresó a la vivienda a discutir con su expareja. La víctima entonces le pidió que se retirara, pero este se negó.
Mientras discutían, ambos salieron a la calle y siguieron con la pelea verbal en la vereda de la casa. En esos momentos, un móvil policial pasaba por la zona y la expareja de C.A.M. les hizo seña para que se detuvieran. Así, puso en conocimiento a los efectivos de lo sucedido mostrándoles la orden de restricción en contra de C.A.M. y otras medidas de protección emitidas por Flagrancia. Incluso, consta en la Justicia que el propio C.A.M. firmó dichas medidas con “su puño y letra” según el informe.
Por esta razón, inmediatamente fue detenido y trasladado a la dependencia policial. Finalmente, y tras 16 días hasta ser juzgado, el hombre recibió la sentencia este martes: dos meses de prisión efectiva. Pero como ya contaba con una pena anterior, el juez finalmente decidió condenarlo a la pena de 10 meses de prisión efectiva por Desobediencia de orden judicial. Ahora, deberá cumplir su pena en el penal de Chimbas.