Oro en la poesía, a 100 años del nacimiento de Jorge Leonidas Escudero

El viento se mete por la fuerza en los oídos, en el medio de la nada, rodeado de un horizonte donde la vista topa con montañas, un hombre deposita su esperanza en encontrar oro entre las piedras.

Pasa el tiempo, el hombre libre camina por los pasillos de la Legislatura. Ahora viste camisa y pantalón de vestir. Donde había tierra y álamos, ahora hay resmas de papel.

Llega a su casa en el barrio Edilco de Rawson, un jardín en el fondo y las paredes de ladrillos forman el hogar. Allí escribe. La paciencia para diferenciar el oro de la piedra, es la misma para encontrar la palabra precisa. Jorge Leónidas Escudero, ejerce el oficio.

“Buscaba en las piedras, para hacerme rico con el mineral, especialmente por el oro”

Nació el 4 de septiembre de 1920. Como poeta construyó un estilo en el que el paisaje hablaba. Todo su vida se la pasó domesticando la vista su poesía es visual. Pero además fue el poeta iletrado, que usó el sociolecto sanjuanino como parte de su poesía. Rompía las palabras, las unía donde su oído le indicaba. Escribió de su montaña, de la ciudad de San Juan, de las apuestas, de los rincones, de su familia. 

Su obra construye relatos, son como fotos que se van armando. Su poesía se sostiene sola, en el texto, pero haberlo escuchado con las pausas de su aliento ha sido un privilegio. Incluso cuando a su avanzada edad iba borrando lo que nació de su mano.

“En la poesía he buscado la palabra absoluta, pero nunca se llega”, sabía decir.

Se peleaba con los poetas del fragmento, aquellos que escriben ideas sueltas. Prefería construir conceptos y compartirlos, antes que dispersar palabras.

En 1970 publicó su primer libro, “La raíz en la roca”. Publicó de grande pero se sacó el gusto ya que dejó una de las más prolíficas obras. “Le dije y me dijo” en 1978), “Piedra sensible” en 1984, “Los grandes jugadores” en 1987), “Basamento cristalino” en 1989, “Umbral de salida” en 1990, “Elucidario” en 1992), “Jugado” en 1993, “Cantos del acechante”  en 1995, “Viaje a ir” en 1996, “Caballazo a la sombra” en 1998, “Aguaiten” en 2000, “Senderear”  en 2001. “A otro hablar” en 2001, “Verlas venir” en 2002, “Andanzas mineras” en 2004, “Endeveras”  en 2004, “Divisadero” en 2005, “Tras la llave” en 2006, “Caza nocturna” en 2007, “Dicho en mí” en 2008, “Aún ir a unir” en 2010, “Atisbos”  en 2012, “Sobrevenir” en 2013, “Andanzas Mineras II y doce poemas vividos” en 2015 y “Cartas/Documentos y poemas recuperados” en 2017 y “Te quie…” este 2020. “Le dije  me dijo” editada en México por Ediciones Azafrán y Cinabrio, en 2006.

El “Chiquito”, como es recordado, hizo escuela junto con “Pepe” Campus. Fue una de las caras de la moneda de cómo debía escribirse poesía en San Juan.

“He tenido una vida feliz”, dice en el documental de su vida, pequeño y con su cara que imita a las montaña, como volviendo al origen.

FESTEJOS VIRTUALES

Uno de los festejos virtuales lo realizará Nahuel Aciar, cantautor y poeta, en su perfil de Facebook donde interpretará algunas canciones de Escudero y leerá algunos de sus poemas. Además Carla Mena, artista plástica, realizará una escultura en vivo para festejar el centenario.  

La Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de San Juan compartirá fragmentos de su obra en redes.