Pablo Iglesias, de figura emergente a la lucha para no quedar rezagado

Pablo Iglesias, quien hace tres años era la figura emergente de la izquierda española y aspiraba a superar a los socialistas con el nuevo partido Podemos, lucha ahora por mantener el cuarto lugar en las elecciones de mañana, tras una importante crisis en el seno de su formación. Cabeza de lista de la coalición Unidas Podemos, Iglesias nació en Madrid hace 41 años y se reincorporó a la política activa en marzo pasado, tras disfrutar tres meses de permiso por paternidad. Con el partido inmerso en una grave crisis interna y las encuestas en declive -le auguran perder más de la mitad de los actuales 71 diputados-, asumió entonces los errores y se mostró dispuesto a gobernar con el Partido Socialista (PSOE). "No se puede consentir la imagen que hemos dado y tengo que asumir la responsabilidad", admitió Iglesias, quien se fijó como objetivo formar parte del próximo gobierno de España, lo que ya intentó tras los comicios de diciembre de 2015, cuando su partido, con poco más de un año de vida, logró 69 escaños de los 350 que componen el Congreso. Fueron meses de euforia para Iglesias, profesor de ciencias políticas de la Universidad Complutense de Madrid hasta 2014, cuando aspiraba a "asaltar los cielos" y convertirse en el líder de la izquierda española, desbancando a los socialistas. Pero la desconfianza mutua hizo que no cuajara un acuerdo con el PSOE para formar gobierno, en el que el propio Iglesias se postulaba como vicepresidente. Ese fracaso forzó la convocatoria de nuevas elecciones. Contra lo que esperaban Iglesias y sus partidarios, los votos no aumentaron en los nuevos comicios de junio de 2016, mientras que el gobernante Partido Popular (PP, conservador) salió reforzado. Eso causó tensiones en Podemos, que se saldaron con la salida de la dirección de parte del grupo fundador del partido, mientras Iglesias consolidó su liderazgo con un nuevo equipo. Sin embargo, en junio de 2018 fue clave para que el socialista Pedro Sánchez se convirtiera en presidente del Ejecutivo gracias a su apoyo a la moción de censura contra el anterior jefe de gobierno, el conservador Mariano Rajoy. Desde su militancia comunista juvenil, pasando por su participación en el movimiento social de los indignados en 2011, en plena crisis económica, que lo llevó a fundar Podemos tres años después, su carrera política no fue un camino lineal. Cinco años después de la fundación de Podemos, un Iglesias más maduro e influido por su reciente paternidad, que según sus palabras lo convirtió en "otra persona", afronta un nuevo reto: desafiar a las encuestas y conseguir unos resultados electorales que permitan a su partido ser clave en la formación de un gobierno de izquierda con los socialistas.