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Real Madrid se planta antes de la final de la Copa del Rey y enciende la polémica arbitral
El club merengue decidió no participar de las actividades protocolares previas al duelo ante Barcelona, en medio de un fuerte malestar por las declaraciones de los árbitros designados para la final.
POR REDACCIÓN
A 24 horas del partido decisivo por la Copa del Rey entre Real Madrid y Barcelona, el conjunto blanco encendió la polémica con una decisión que sorprendió al fútbol español: no participó del entrenamiento oficial en el estadio La Cartuja, tampoco de la conferencia de prensa habitual con su entrenador Carlo Ancelotti, y ausentó su representación en la cena de gala junto al Barça y la Real Federación Española de Fútbol.
La reacción fue inmediata. Según fuentes cercanas al club, el enojo explotó tras la conferencia de prensa de los árbitros designados, González Fuertes y De Burgos Bengoetxea, cuyas declaraciones fueron consideradas inadmisibles por parte de la dirigencia madridista. En ese marco, el club publicó un duro comunicado en el que denunció "una clara y manifiesta animadversión y hostilidad de estos árbitros contra el Real Madrid".
“Estas manifestaciones demuestran, una vez más, una clara y manifiesta animadversión y hostilidad de estos árbitros contra el Real Madrid”, expresa el comunicado publicado en las redes oficiales del club. A su vez, critica con firmeza las palabras de los colegiados, a quienes acusa de haber actuado con premeditación contra uno de los finalistas, haciendo referencia a los informes emitidos por Real Madrid TV.
El texto del Madrid también resalta un tono “amenazante” por parte de los árbitros, aludiendo a la unidad del estamento arbitral para anticipar “supuestas medidas o actuaciones que distan mucho de los principios de equidad, objetividad e imparcialidad”.
La tensión creció durante toda la jornada en Sevilla. Mientras Hansi Flick, DT del Barcelona, pedía “respetar a los árbitros” y mantener la calma, el Madrid adoptaba una postura tajante. El descontento por no haber recibido respuesta favorable al pedido de cambiar la terna arbitral fue otro factor que detonó la situación.
Rafael Louzán, presidente de la Federación, llevó calma al confirmar que la final no corre riesgo: “Apelo a la responsabilidad y tranquilidad de todos para que esto salga bien. La final se va a jugar”.
Posteriormente, el Real Madrid emitió un segundo comunicado para despejar dudas: “Nuestro equipo nunca se ha planteado renunciar a jugar la final de mañana”. A pesar del conflicto, el club subrayó que prevalecerán “los valores del fútbol” y el respeto por los millones de hinchas que seguirán el partido desde todo el mundo.
La final de la Copa del Rey se jugará, pero la previa ya quedó marcada por una grieta inédita entre el Real Madrid y el estamento arbitral.