Provinciales > Historias de superación
Sufrió un accidente de tránsito que la dejó en coma y contra todos los diagnósticos volvió a caminar
María Angélica Olivares Sombra sufrió un grave accidente de tránsito cuando viajaba de San Juan a La Pampa a un casamiento. Sin posibilidades de sobrevida, desafió todos los diagnósticos y hoy resalta la belleza femenina a través de la cosmetología.
POR REDACCIÓN
María Angélica Olivares Sombra sufrió un grave accidente de tránsito que la dejó en coma y con 1% de probabilidad de vida. Sus familiares recibieron los diagnósticos sin esperanza y cuando ella despertó se encontró en una cama ortopédica sin poder siquiera moverse. Se sometió a 18 operaciones y no solo debió nuevamente aprender a caminar, sino que también debió volver a aprender a hablar.
Aunque han pasado 12 años de esa trágica mañana, y Marita, como le dicen sus amigos, se sobrepuso, y contra todo lo que le dijeron los médicos volvió a tener una vida casi normal, actualmente viaja cada 4 meses a Buenos Aires para los controles y chequeos de salud. Lo hace aún cuando una de sus piernas quedó prácticamente sin fuerza y sólo le sirve de apoyo, pero ella camina.
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En su vida pasada era la conductora de la movilidad de una radio local. "Vivía a mil. En las tardes hacía trabajo administrativo, pero en la mañana recorría las calles de San Juan en busca de noticias. Cuando tuve el accidente tuve que volver a aprender todo. Pero todo desde lo básico, hasta lo más complejo, que era aprender a vivir a otro ritmo" aseguró.
Después de varios años en rehabilitación decidió desafiarse y reinventarse. Quería ser cosmiatra y empezó a estudiar. "Todo lo hice de forma virtual y cuando rendí lo más difícil fue acordarme de las palabras, pero pude. Logré recibirme y ahora trabajo de eso", dijo Marita. Asimismo, añadió que la situación económica está muy complicada y por eso bajaron los clientes. "La gente prefiere gastar lo poco que tiene en comida y es entendible. Mientras tanto, hay que seguir luchando y poniendo toda la energía para salir adelante", explicó.
Al repasar el tiempo que la separa de ese fatídico sábado de enero de 2012, en el que el conductor de una camioneta se durmió y la impactó de lleno cuando estaba estacionada en la ruta hacia La Pampa, sus ojos se nublan. "Íbamos a un casamiento con mi primo, su esposa y el hijo de ellos. Paramos porque el niño quería ir al baño. Justo mientras esperábamos el conductor del vehículo nos impactó de lleno, mi primo perdió la vida y yo quedé en coma durante meses", relató.
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Marita despertó un día en una cama ortopédica, usando pañales y sin poder proferir palabra. Luego de ello pasó a la silla de ruedas y después de mucho tiempo de rehabilitación volvió a caminar. Hoy sigue luchando con las secuelas del accidente, pero se refugia en sus amigos más cercanos y en la religión para continuar disfrutando de la vida.