Publicidad

Provinciales > Fe en pandemia

Tres historias de fieles que volvieron a la Iglesia para participar de la Misa de Ramos

Contaron cómo vivieron la celebración y qué le pidieron a Dios en medio de este contexto. 

28 de marzo de 2021
Perla Tapia entregó ramos de olivo a los fieles. Foto: Sergio Leiba / DIARIO HUARPE.
En la Catedral hicieron 3 misas en las que se bendijeron los ramos de olivos. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.
José Marcelino, contó que llegó hace 8 años de Guinea Ecuatorial y se siente feliz de poder participar de la Misa. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.
Teresa Lamatina fue a misa con un ramo de olivos y su propio alcohol para prevenir contagios de Covid-19. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Este domingo la Iglesia Católica celebró el Domingo de Ramos con el que se da inicio a la Semana Santa, después de que el año pasado la pandemia de coronavirus obligó a suspender las celebraciones presenciales, este año la gente pudo volver a los templos a profesar su fe. 

Siempre cumpliendo con los protocolos para prevenir contagios, las iglesias realizaron la misa de Ramos con un 40% de ocupación en los templos. En la Iglesia Catedral hubo tres misas a las 9, 11 y 20 horas. 

Publicidad

En el caso de la misa de las 20 la Catedral recibió gran cantidad de fieles que se ubicaron a distancia dentro del templo y luego se fueron apostando en las escalinatas del templo. 

Al llegar a la puerta de la Catedral los fieles se encontraban con Perla Tapia quien desde hace años llega hasta el templo para ofrecer sus ramitos de olivo. La mujer de 48 años contó que todos los Domingos de Ramos va a la iglesia con grandes cajas llenas de olivo y los entrega a los fieles a cambio de un aporte voluntario. 

"Más allá de que la ayuda de los fieles nos sirve para salir adelante, yo siento que cumplo con un servicio importante, mucha gente sabe que yo los espero en la puerta de la Catedral, es un servicio", contó la mujer que explicó que ella es muy creyente y la Semana Santa es una fecha importante. 

Perla explicó que el año pasado sintió tristeza por no poder salir a entregar los olivos. "Fue muy penoso, este año gracias a Dios pudimos volver", dijo sonriente la mujer que utilizó barbijo y guantes en todo momento. 

Publicidad

Perla Tapia entregó ramos de olivo a los fieles. Foto: Sergio Leiba / DIARIO HUARPE.

Sobre la cantidad de fieles que fueron a misa, la mujer opinó que ha notado que mucha gente que suele ir todos los años, esta vez  no fue. "Es que muchos son mayores y tienen miedo al contagio", opinó Perla quien agregó que si hubo más gente que se llevaba varios ramos, "es que se llevaron para su casa y para los de sus familiares que no salen de casa", opinó. 

A pocos metros de donde estaba Perla, se encontraba un joven que se quedó en el exterior del templo para seguir desde allí la celebración. En un español bastante fluido el muchacho contó que se llama José Marcelino, que vino de Guinea Ecuatorial, que tiene 27 años y desde hace 8 vive en San Juan en donde estudia Ingeniería Industrial. 

José explicó que desde que llegó a la provincia junto a un grupo de compañeros siempre ha participado de las misas en la Iglesia local. "Antes íbamos a Don Bosco, pero ahora comenzamos a participar de las misas en la Catedral", contó el joven. 

Sobre qué diferencias encuentra entre las misas locales y las celebraciones en su país, el muchacho explicó: "yo siempre me he sentido muy cómodo, la fe es igual en todos lados, aquí encontré gente muy buena que siempre me abrió las puertas, venir a misa es compartir en familia compartir la comunión con la iglesia". 

José Marcelino, contó que llegó hace 8 años de Guinea Ecuatorial y se siente feliz de poder participar de la Misa. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Ante la pregunta de cómo está su familia en su país natal, Marcelino explicó que la "están pasando mal". Es que este país africano está en fase 1 con muchas restricciones de circulación que complican las actividades económicas. 

"Cada vez que vengo a la Iglesia, pido por la salud de mi familia, poder llegar a mi país y encontrarlos a todos sanos y que esta pesadilla de la pandemia termine de una vez", concluyó el muchacho. 

En otro sector del templo había una mujer que sostenía en sus manos un ramo de olivos y una botella de alcohol. Detrás de su barbijo y conservando la distancia, Teresa Lamatina de 72 años contó cómo se sintió al volver a la misa de Domingo de Ramos. 

"Hace muchos años que vengo a esta celebración, el año pasado fue muy raro mirar la celebración en la computadora, por eso estoy feliz de poder venir a misa", contó.

Teresa Lamatina fue a misa con un ramo de olivos y su propio alcohol para prevenir contagios de Covid-19. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Teresa explicó que desde la llegada del coronavirus trató de no salir de casa y todos en su familia han limitado las salidas y buscan extremas los cuidados. "Estoy esperando por un turno para vacunarme, igual una vez que me dé la vacuna voy a seguir cuidándome, en mi casa tratamos este tema con mucha seriedad es una lástima que veo que muchos jóvenes no se cuidan", opinó. 

A la hora de hablar de un pedido a Dios en esta fecha, Teresa aseguró que espera que la pandemia llegue a su fin. "Yo como abuela entiendo el dolor que deben sentir muchos ancianos que no pueden ver a sus nietos, tengo la bendición de poder compartir mi vida con los míos, por eso me imaginó el sufrimiento de los que no pueden abrazar a los que aman", concluyó al borde de la emoción.   

Publicidad
Más Leídas
Publicidad