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Provinciales > Pequeño luchador

Un bebé de 2 años venció a la muerte y ahora necesita un mejor lugar para seguir recuperándose

Se trata de Pedro Joaquín Campillay, quien sufrió daño cerebral después de que un pesado televisor le cayó encima. Está por recibir el alta médica pero necesita una casa con más comodidades.

POR REDACCIÓN

28 de marzo de 2021

El 8 de febrero de este año cambió para siempre la vida para siempre del pequeño Pedro Joaquín Campillay, es que ese día mientras el niño de 2 años jugaba en su casa de Ullum, un televisor pesado le cayó encima y la causó un serio daño cerebral. Ahora, tras más de un mes de lucha, el niño debe regresar a su casa pero no cuenta con las comodidades para mantener un buen estado de salud

Martín Campillay de 22 años es el padre Pedro, el joven contó que el accidente ocurrió en su vivienda precaria del barrio 25 de Mayo.

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El papá de Pedro contó que el niño estaba jugando y se colgó de la repisa en la que estaba un televisor de pantalla plana de 29 pulgadas.

“Era un televisor viejo de los que tienen tubo atrás, muy pesado, cuando el aparato cayó sobre el cuerpo del niño le causó lesiones en la cabeza”, contó Martín.

Cuando llegaron al hospital Rawson los médicos le dijeron al papá de Pedro que el niño estaba muy delicado y que iba a ser muy difícil que se recuperara.

Es que el fuerte golpe le causó fracturas en la cabeza. Uno de estos huesos fracturados se infectó y esto complicó aún más el cuadro.  

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Los médicos le realizaron tres diferentes cirugías. En una de las intervenciones le extrajeron parte del hueso, en otra le colocaron una malla especial. En la última intervención le colocaron una válvula para ayudar a sacar de su cráneo los líquidos que se juntan en la cabeza.

Pedro en su cama del hospital Rawson, tras semanas de lucha, el niño podrá dejar la internación. Foto: Gentileza Familia Campillay.

“Yo le doy gracias a Dios de que lo tengo porque él estuvo en coma por 20 días. Los médicos nos dijeron que no tenían nada que hacer. Él no podía respirar bien estaba hinchado y todo morado pero gracias a Dios salió adelante”, contó Martín conteniendo la emoción.

Contó el papá del con todo Martín Quién trabaja como obrero de viña y comparte una pequeña habitación junto a su pareja Brisa Ortiz de 18 años.

Tras los primeros días de desesperación y llanto para la familia, Pedro comenzó a recuperarse de manera paulatina y luego llegó la preocupación para saber cuáles fueron las secuelas que le quedaron.

Los médicos ya les confirmaron que el bebé puede ver y escucha pero se desconoce aún si puede hablar ya que le realizaron una traqueotomía y todavía no se sabe si va a poder  pronunciar palabras.

Los especialistas también les dijeron que deberá hacer rehabilitación para buscar que pueda volver a caminar. Tampoco podrá comer por eso los médicos le colocaron este viernes un botón gástrico para garantizar que el niño está alimentado.

Ya con el niño más estabilizado los médicos le pidieron a la familia de Pedro que comiencen a gestionar las cosas necesarias para poder trasladar al niño a su casa. Es que temen que pueda contagiarse algún virus intrahospitalario o coronavirus.

Matías Trigo tío paterno del pequeño contó que él mismo ha realizado trámite en Desarrollo Humano y ya consiguieron el tubo de oxígeno la cama ortopédica y algunos elementos más que van a necesitar para garantizar una internación domiciliaria.

Además las autoridades ya se comprometieron a proveer de médicos durante las 24 horas para que puedan monitorear el estado de salud del niño.

El problema es que la familia vive en una pequeña habitación de adobe con techo de caña y los familiares del pequeño aseguraron que los médicos les explicaron que el niño debe permanecer en un ambiente controlado y muy higiénico para evitar posibles infecciones.

Martín Campillay (a la izquierda) contó que hace más de un mes que pasan sus días en el auto de un pariente. Foto: Mariano Martín.

Por eso, sugieren que debe ser una habitación sismoresistente y muy higiénica. “No tenemos dinero para ponernos a construir por eso necesitamos una ayuda urgente para poder llevarnos al niño del hospital tenemos miedo que se contagie de algo”, aseguró el tío de Pedro.

Mientras tanto la familia pasa sus días en un auto. Es que todos se instalaron en un Renault 19 que les prestó un familiar. Cuando los dejan ingresar al hospital a ver al niño comparten tiempo con el pequeño y luego salen y se instalan nuevamente en el auto.

Como viven en Ullum y el pasaje de colectivo cuesta $109,79 no cuentan con los fondos para poder trasladarse varias veces al día, directamente se quedan a dormir en el auto.

“Siempre uno de nosotros duerme en el auto mientras los demás están tratando de conseguir alguna ayuda o haciendo trámites en el Centro Cívico”, contó Matías quien es el único que cuenta con carnet de conducir y mueve el auto en caso de tener que viajar urgente a Ullum.

Como llevan días sin poder ir a trabajar la familia recibió ayuda de los vecinos y amigos de Ullum que han hecho bingos, venta empanadas y todo tipo de beneficios para acercarles una ayuda económica que les permita comprar un sándwich y alimentarse en las cercanías del hospital.

“Yo pido ayuda de las autoridades, necesito llevarme a mi niño del hospital tenemos que volver a empezar, él tiene que empezar de cero”, concluyó este joven padre.

Las personas que puedan colaborar con Pedro y su familia pueden llamar al 264 5415674.

 

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