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Provinciales > Control estricto

Un departamento vallado, barrios aislados y vecinos controlados: así fue el operativo en Caucete

Tras la confirmación de nuevos casos, hubo acatamiento a las medidas restrictivas.

21 de agosto de 2020

Prevenidos y en alerta, así estuvieron los vecinos de Caucete durante la jornada del jueves, el día posterior a que las autoridades de Salud Pública informaran nuevos casos de coronavirus en la provincia. Algunos habitantes de los barrios en los que fueron detectados parte de los infectados – Justo P. Castro I y III – demostró una actitud de sorpresa debido a que, según el parte oficial, no se pudo establecer la trazabilidad epidemiológica de los primeros infectados y puso en análisis una posible circulación viral.

Efectivos policiales y operarios sanitarios estuvieron asistiendo a los vecinos para evitar que salieran de sus viviendas, sin embargo, tras la declaración de cuarentena estricta en Caucete, las vallas que contenían a ambos barrios fueron trasladadas hasta los puntos limítrofes para reducir la circulación con los departamentos colindantes: San Martín, 9 de Julio y 25 de Mayo.

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Por Ruta Nacional 20 desde la Ciudad de San Juan hacia el ingreso al departamento del este, había tres retenes policiales: uno en Las Chacritas, 9 de Julio; otro en el cruce con calle Zapata; y finalmente antes de la rotonda que lleva hacia las diagonales. Los efectivos controlaban el tránsito y consultaban a los escasos vehículos que viajaban los datos personales para anotarlos en una planilla. Solamente dejaban circular a los que tenían una actividad exenta del aislamiento estricto.

Los controles policiales se intensificaron antes de ingresar o salir a Caucete. Foto: Sergio Leiva/DIARIO HUARPE.

Caucete estaba desierto. Las calles prácticamente vacías daban cuenta de la situación sanitaria y el alto grado de acatamiento que tuvieron los vecinos a las medidas impuestas por el Gobierno provincial. Algunas casas estaban demarcadas: una hoja de papel A4 blanca escrita con lapicera informaba a los médicos y enfermeros que se abocaban a los hisopados de que esa familia ya había sido relevada y testeada.

Las calles prácticamente vacías daban cuenta de la situación sanitaria y el alto grado de acatamiento. Foto: Sergio Leiva/DIARIO HUARPE.

Con respecto a los hisopados, se hizo un arduo operativo en la plaza principal del Justo P. Castro I, allí llegaron más de 20 enfermeros de distintas zonas sanitarias para monitorear a los vecinos. Para realizar esta tarea, se elige a un miembro de cada familia que está bajo las características de los grupos de riesgo. Los vecinos llegaban, se registraban en una planilla, les colocaban alcohol en gel y esperaban con distanciamiento social y tapabocas el turno para ingresar a la cabina hisopadora.

Hubo cerca de 20 enfermeros que se encargaron de hisopar a los vecinos.Foto: Sergio Leiva/DIARIO HUARPE.

Durante la espera había algunas personas que hablaban entre ellas de la situación epidemiológica del barrio, algunas se tomaban la cara mostrando preocupación. Todo bajo un ánimo de incertidumbre, pero respetando las medidas impuestas. Hubo un señor que se quejó de la demora en el hisopado y de la presencia de algunos medios periodísticos en la zona debido a que quería mantenerse en el anonimato.

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Hubo mujeres que salieron rápidamente a ver el despliegue sanitario, otras se quedaron mirando por la ventana. El silencio se quebraba con el autoparlante que les indicaba a los vecinos mantener el distanciamiento social establecido en el plan de contingencia que se activó. Los comercios de la zona estaban con la ventana abierta, pero vacíos. En cuanto a las estaciones de servicio, trabajaban con guardias rotativas y tenían pocos vehículos que cargaban combustible.

En primera persona

“Me va mal”, respondió a DIARIO HUARPE Franklin Castro, vecino de 75 años del Barrio Justo P. Castro. “Esto es peor que una guerra, parece que estamos presos en nuestras propias casas”, argumentó el hombre.

Castro conocía al paciente de 74 años que se convirtió en el caso número 23 en San Juan. Comentó que iba a su almacén porque se dedica a la venta de atados de leña. Sin embargo, hacía cinco meses no tenía contacto con él. El hombre quedó viudo hace un año y su duelo se agravó con el distanciamiento social propio de la pandemia.

Explicó que hace 40 años está en ese lugar y nunca observó nada parecido. Castro está viviendo con su hijo, nuera y tres nietos. Se enteró de la noticia del aislamiento del barrio cuando se dirigía a pagar la boleta del gas y rápidamente volvió a su casa para cuidarse de un posible contagio.

Franklin Castro, vecino de 75 años del Barrio Justo P. Castro. Foto: Sergio Leiva/DIARIO HUARPE.

Corredores seguros

El jefe de la Policía de San Juan, comisario Luis Martínez, comentó que los controles seguirán ejecutándose tanto en Bermejo, El Encón y San Carlos. En esas zonas se intensificarán los operativos que tienen ingreso directo a Caucete para el arribo de transportistas o trabajadores esenciales que se desplazan hacia la ciudad para entregar sus productos u ofrecer sus servicios.

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