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Un policía dijo que le apuntaron al pecho y lo amenazaron de muerte: ¿mintió?
En medio de un operativo, un policía dijo que un hombre agarró un arma de fuego, lo apuntó al pecho y lo amenazó de muerte, sin embargo, no le creyeron. Ahora lo investigan por falso testimonio junto a sus compañeros.
POR REDACCIÓN
El sábado 5 de octubre de 2024, alrededor de las 16.15 horas, se produjo un incidente en el barrio General Acha de Capital cuando un grupo de policías se acercó a una pareja que estaba discutiendo y un efectivo dijo que un hombre, Carlos Moyano, sacó un arma de fuego, lo apuntó al pecho y lo amenazó de muerte. El hecho terminó con la pareja detenida y Moyano condenado muchos días después, pero solo por la tenencia de arma. Un juez lo absolvió de los delitos de amenazas agravadas y resistencia agravada y ordenó que el legajo sea remitido a la UFI Delitos Especiales y Control de Gestión, oficina que investiga el proceder de los agentes de seguridad.
Los hechos se desencadenaron cuando personal del Comando Radioeléctrico Central, realizando recorridas por las calles Correa y Arnobio Sánchez, observaron a Carlos Moyano y una mujer discutiendo dentro de un auto Chevrolet Celta. Según la versión de los policías, al solicitarles que detuvieran el vehículo, Moyano, visiblemente alterado, sacó un revólver y amenazó a un cabo primero, quien rápidamente actuó para reducirlo, con el apoyo de un agente, que le quitó el arma.
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Siguiendo con la versión oficial de los agentes de la fuerza, la situación se complicó cuando la acompañante de Moyano, identificada como Gutiérrez, intentó arrebatar la pistola de un agente y comenzó a agredir físicamente a los policías. En medio del tumulto, varios vecinos comenzaron a arrojar piedras, causando daños al vehículo.
Una vez controlada la situación, los aprehendidos fueron trasladados a la Comisaría 2º, donde se halló una bala en el piso del automóvil. Las autoridades notificaron el incidente a la Unidad de Abordaje Territorial, y se inició un procedimiento especial de Flagrancia bajo la supervisión del fiscal en turno, Carlos Rodríguez.
La División Criminalística fue comisionada para asegurar el arma y las municiones, y se realizaron las correspondientes diligencias para preservar la evidencia. A pesar de que Moyano se negó a firmar el acta de procedimiento, su declaración fue grabada, y sí aceptó firmar el acta de notificación de derechos.
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Después de varios meses de investigación, la fiscalía concluyó en que no había pruebas para condenar a Moyano por los delitos de resistencia y amenazas agravadas por el uso de arma de fuego, sino que solamente se lo podía castigar por tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil. Y que el legajo sea remitido a la UFI Delitos Especiales y Control de Gestión, oficina que investiga el proceder de los agentes de seguridad. El juez aceptó y ordenó la medida.