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Un recorrido de 6 km con un papamóvil abierto, el cortejo final de Francisco
El funeral del Papa Francisco recorrerá un camino emblemático por el corazón de Roma, siguiendo una ruta cargada de simbolismo y tradición, con un papamóvil que permitirá a los fieles ver el féretro en todo momento.
Por Ana Paula Zabala 26 de abril de 2025
Este sábado, la ciudad de Roma será testigo de un momento único e histórico: el cortejo fúnebre que trasladará los restos del Papa Francisco desde la Basílica de San Pedro hasta la iglesia de Santa María la Mayor, donde será enterrado. La procesión recorrerá aproximadamente seis kilómetros por el centro de la ciudad, en un recorrido que combina tradición, simbolismo y solemnidad.
Lo que hace especial a esta ceremonia es la ruta elegida. En lugar de pasar por la plaza de San Pedro, el féretro saldrá por la puerta del Perugino, en el Vaticano, y seguirá parcialmente el trazado de la antigua Via Papalis, una ruta que en tiempos del Imperio romano servía para transportar a los pontífices en sus procesiones oficiales. La procesión pasará por delante de lugares emblemáticos como el Coliseo romano, en un acto que rememora los antiguos desfiles papales.
El Vaticano ha confirmado que el cortejo será llevado en un papamóvil abierto, permitiendo que todos los presentes puedan ver el féretro en todo momento, en un gesto de cercanía y respeto. La ceremonia contará con la presencia de miles de personas, estimándose que varios cientos de miles de fieles acompañarán el recorrido, que será acompañado por pantallas gigantes para que todos puedan seguir cada paso.
El trayecto seguirá por la galería Príncipe Amadeo de Saboya, atravesará el Corso Vittorio Emanuele, llegará a la plaza Venezia y continuará por los Foros Imperiales, hasta llegar a la Via Labicana y la Via Merulana, dejando a la vista la Basílica de San Juan de Letrán, hasta culminar en Santa María la Mayor.
Tras la llegada, el féretro será trasladado en un acto solemne y respetuoso, seguido por un reducido grupo de cardenales y acompañantes. La ceremonia será cerrada al tráfico general, y en el lugar se colocarán pantallas para que los fieles puedan seguir en vivo el momento. Luego del entierro, quienes deseen podrán rendir homenaje en la tumba del Papa Francisco, donde un grupo de 40 personas, entre ellas indigentes, víctimas de trata, personas transexuales y presos con permisos especiales, esperarán con una rosa blanca en la mano.
Este acto final en Roma será un momento de profunda reflexión y despedida, en el que la ciudad y millones de personas en todo el mundo honrarán la memoria de un líder que dejó una huella imborrable en la historia de la Iglesia y la humanidad.
Fuente: Infobae.