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Un San Martín ideal, la versión que llega al billete de $1000
Este 28 de mayo se cumple un nuevo aniversario de la repatriación de los restos de San Martín, en la misma semana que volvió a los billetes y, en esta oportunidad, al de mayor denominación.
Este sábado 28 de mayo se cumple un nuevo aniversario de la repatriación de los restos del General Don José de San Martín. Fue gracias al accionar de Nicolás Avellaneda, Domingo Faustino Sarmiento y el embajador de Perú.
En este nuevo aniversario de un movimiento que buscó volver a enaltecer a un prócer que murió exiliado y pobre, coincide con la semana que su imagen regresa a los billetes (y en esta edición el de mayor denominación, el de $1000) con el retrato elegido por su hija Mercedes.
Acá la historia de la imagen que lo inmortalizó contada por la Asociación sanmartiniana de San Juan.
Inmortalizado por la ternura
La imagen utilizada en los billetes corresponde a una pintura por encargo realizada por Mercedes para homenajear a su padre. En ese momento, San Martín tenía 50 años.
El que tuvo la tarea de inmortalizarlo fue Jean Baptiste Madou y lo realizó en Bruselas. Según cuenta Carlos Alberto Basualdo de la asociación sanmartiniana, el encargo nació del disgusto de Mercedes por cómo había sido retratado anteriormente, quería que quedara “lindo” según sus atestigua en sus escritos.
“Ella quería que saliera con su uniforme militar, pero San Martín había ganado peso en los años que vinieron después de la campaña libertadora por lo que el traje no le entraba. Entonces Madou retrató el rostro de San Martín por un lado y por arriba pintó el uniforme”, cuenta Carlos.
Es decir que la imagen que tenemos es la de un San Martín de 50 años, sin embargo es un cuerpo inexistente.
La imagen que llevarán los argentinos en el bolsillo nació de la ternura. Es la mejor imagen posible, la que nace de la genuina admiración.
Una imagen que guardamos en los bolsillos
Este 2022 se cumplen 30 años de que San Martín fuera puesto en el billete de 5 pesos. Y un año de que fuera sacado de circulación y cambiado por las monedas.
Cabe destacar que San Martín estuvo presente en por lo menos 40 billetes y nueve monedas.
El camino para volver a la patria
En 1877, Nicolás Avellaneda, que en ese momento era el presidente, creó la Comisión Central de Repatriación de los Restos del general San Martín. Recién el 21 de abril de ese año se inició el camino de partida desde el puerto de El Havre, Francia, rumbo a la Argentina.
La voluntad sanmartiniana de descansar en su país se cumplió recién el 28 de mayo de 1880, día en que sus restos llegaron a Buenos Aires.
El cumplimiento de ese deseo que tardó 30 años en concretarse, comenzó a hacerse realidad hace hoy 140 años. Fue el 21 de abril de 1880. En el camino quedó el fallecimiento de su hija Mercedes Tomasa de San Martín de Balcarce. Fue el 28 de febrero de 1875. Su esposo Mariano Balcarce, siguió luego con el deseo del testamento. Interin de por medio, el féretro fue llevado desde Boulong Sur Mer hasta Brunoy, a una bóveda de la familia Balcarce.
Otro antecedente estuvo dado el 5 de abril de 1877, con motivo del aniversario de la Batalla de Maipú. El Presidente de la Nación Nicolás Avellaneda pronunció un célebre discurso alusivo a la postergada repatriación “… los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de sus destinos, y los que se apoyan sobre tumbas gloriosas son los que mejor preparan su porvenir”.
En ese acto, convocó al pueblo a reunirse en asociaciones patrióticas y recolectar fondos para el ansiado regreso, y suscribió un decreto designando una Comisión Central para tal fin.
Ese 21 de abril de 1880, finalmente, se exhumaron las reliquias de San Martín en Brunoy, fueron trasladadas a París, y de allí a El Havre, en donde mediante una solemne ceremonia fueron depositadas en la capilla ardiente del Villarino, transporte de guerra restaurado a comienzos de 1880 que fuera enviado para el cometido. Así comenzó el viaje hacia el Río de La Plata.
El 22 de mayo los restos fueron venerados por el pueblo uruguayo en Montevideo.
Finalmente, el 28 el vapor Villarino ancló frente a Buenos Aires y mediante el vapor “Talita”, fueron transportados los restos del prócer hasta el muelle de las Catalinas, donde Sarmiento pronunció su discurso, del que quedaron frases como:
“La principal razón contemporánea para condenar a los grandes hombres, es que la condenación de las grandes figuras absuelve y agranda las pequeñas”
Los registros de la época indican que aquel día asistieron entre 30 mil y 100 mil personas acompañando el cortejo fúnebre por las calles Florida, Victoria, Defensa y Rivadavia hasta su último destino. Tuvieron que pasar 30 años para que el general volviera a su patria. Veinte soldados cargaron el sarcófago al interior de la Catedral.