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El ataque de un puma le cambió la vida y ahora teme que ocurra una tragedia con sus hijos
Soledad Pérez tiene 31 años y hace cuatro días que no tiene paz. Hace un año es casera de la finca en donde un puma le mató a uno de sus perros y le llevó otro.
Por Facundo Merenda
Su nombre ilustra el paisaje en donde vive. Soledad Pérez tiene 31 años y desde hace cuatro días su vida cambió dramáticamente. Cerca de la 1.30 de la madrugada del viernes sintió ruidos extraños en su casa y cuando salió al patio vio a un puma comerse a su caniche. Susy, la víctima, llegó a esa familia horas antes del ataque en donde murió. Desde ahí, todo fue desesperación para la mujer. El animal salvaje dejó un enorme charco de sangre sobre la puerta de su casa y escapó llevándose entre su boca otra perra que acababa de parir.
Soledad explicó a DIARIO HUARPE que hace un año llegó a esa finca como casera, aunque nunca pasó por un momento como este. El lugar está en el medio de la nada. Un solo callejón, conocido como La Falda, ingresa hasta su vivienda, en donde vive con sus tres hijos de 4, 9 y 12 años. Si bien reconoce que es ella la que está en el hábitat de los pumas, no le queda otra, no tiene otro lugar al que ir. Su mamá habita en una casa en la entrada de la huella, casi llegando a calle Hermógenes Ruiz.
El ataque del puma cambió su vida. Tiene miedo que sus hijos sean víctimas de este animal. Esa noche no durmió, como le ocurre ahora cuando intenta conciliar el sueño y se acuerda de que el salvaje está al acecho. Sabe que no es un hecho aislado, ya que en la zona que está hay una variedad de estos felinos. Sin embargo, pidió más protección.
“Fue una sensación horrible. Cuando alumbré con el celular vi que el puma, de gran tamaño, tenía entre su boca al caniche. Yo hice ruido y traté de espantarlo. Quedé a dos metros del animal”, relató.
Soledad dijo que estuvo la Policía Ecológica y que realizaron rastrillajes, aunque todos fueron sin éxito. Cristian Villafañe, integrante de ese organismo, relató a este medio que en caso de hallarlo deberán saber cómo está en animal y ver si necesita asistencia. Sin embargo, descartó sacarlo de allí, ya que es su área natural en donde forjó sus condiciones.
La mujer tiene pánico. Les prohibió a sus hijos salir a jugar y hasta cerró con rejas la casa para protegerse de un próximo ataque, aunque mencionó que uno de sus mayores miedos es que toda la finca está sin alambrado. Si bien habló con los dueños, estos vieron inviable levantar cercos por lo costoso que sería.
Un tío de la joven se ofreció a darles alojamiento hasta que consigan dónde irse a alquilar. “La situación es difícil porque tengo tres niños chicos y soy madre soltera”, relató. Soledad todavía está aterrorizada y al mismo tiempo sorprendida por lo que generó la aparición de este animal. Confesó que no puede creer que desde Telefe o Crónica la hayan contactado para entrevistarla.
Caso único
Luego del hecho, Soledad habló con finqueros de la zona y algunos le dijeron que hubo un tiempo en donde les faltaban las gallinas y presumían que eran los pumas, pero que nunca estuvieron cara a cara con este animal. Esta aparición parece ser la única que se produjo, por lo menos, en los últimos cinco años.
Características del puma
Sin encontrarlo todavía, Villafañe mencionó que es de fácil distinción con un perro por su considerable tamaño. Tienen ojos vistosos y mandíbulas ensanchadas. El pelo es poco tupido y, generalmente, de color gris. Las estructuras de las patas son bastante grandes.