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Arde Corrientes: por qué puede pasar algo parecido en San Juan

El clima y el suelo de la provincia del noreste argentino tienen un paralelismo con un departamento sanjuanino, la opinión de los que saben. 

20 de febrero de 2022

El fuego consumió casi 800.000 hectáreas en la provincia de Corrientes. El primer foco de incendio se registró el pasado 30 de enero. A partir de allí, las llamas redujeron pasturas naturales y le causaron la muerte a cientos de animales.

DIARIO HUARPE entrevistó a Germán Babelis quien es docente sanjuanino de la cátedra de Control y Manejo de Suelos de la carrera de Agronomía e investigador del INTA. El experto explicó que el clima correntino es subtropical sin estación seca. Esto significa que llueve durante todo el año, pero actualmente lleva 60 días sin precipitaciones por lo que la situación se agravó.

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Germán Babelis es ingeniero agrónomo. Foto: Gentileza SiSanJuan.

Babelis comentó que la situación es ambigua. Por un lado, el clima hace que haya gran cantidad de pasturas y vegetación y, por el otro, la sequía produce que esta flora esté seca. Por lo tanto, la suma del viento y las altas temperaturas es un factor clave para la producción y esparcimiento de los focos de incendios.

El sanjuanino explicó que la cantidad de pasturas y la posibilidad de incendio son factores proporcionales. Mientras más pasturas, más chance de que el territorio sea propenso a quemarse. No obstante, para que esto se dé es fundamental que al menos por un tiempo no llueva, tal como sucedió en esa provincia en los últimos dos meses.

Situación parecida ocurre en algunas zonas de San Juan, principalmente en Valle Fértil. El departamento del este sanjuanino es uno de los que más precipitaciones registra a nivel provincial. Esto hace que tenga una mayor cantidad de pasturas, pero como el clima es árido tirando a seco es común que existan épocas de escasas lluvias. Momento en donde aparecen los incendios.

El paralelismo provisorio entre Corrientes y Valle Fértil hace que los expertos se pregunten qué pasa con los incendios en San Juan. Dicen que este tema es poco tratado en los medios locales, pero tiene una importante injerencia en el trabajo diario que se realiza en la provincia.

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San Juan registró más de 7.000 incendios desde el año 2000 al 2021. Esto significa que en promedio hubo casi 340 por año. Los datos se desprenden de un relevamiento del Departamento de Bomberos de la Policía de San Juan. Los mismos fueron brindados a este medio que también consultó en la base de datos del Gobierno nacional.

Causas de incendios forestales en San Juan

El Gobierno nacional definió incendio forestal al fuego que se propaga libremente con efecto no deseado para la vegetación y sin estar sujeto al control humano. Son tres las causas que lo provocan: negligencia, intencionalidad o el devenir natural.

El fuego es producto de la negligencia cuando el ser humano no prestó atención necesaria al cumplimiento de sus obligaciones. Distinto cuando es motivado porque hay una deliberación en causar el incendio, mientras que en el aspecto natural no intervienen terceros.  

En San Juan cerca del 53% de los incendios originados en los últimos veinte años fue por negligencia. Mientras que en el 47% hubo intencionalidad por parte de un sector de la sociedad. El dato llamativo es que según se desprenden de las estadísticas en la provincia no hubo fuego por causas naturales.

Babelis contó que es prácticamente imposible que un terreno se incendie naturalmente. “Casi siempre las razones del fuego son por negligencia o intencionalidad humana”, sostuvo.

El sanjuanino confirmó que existen varias formas de negligencia en relación con el fuego. Uno de los actos más típico tiene que ver con asados mal apagados o el intento de desmalezar un terreno que, con una brisa leve, enciende todo. También existe el efecto lupa de vidrio que hace que las botellas desechadas en la vía pública sean el canal para la propagación de llamas.

¿Cómo puede prenderse fuego un terreno a través del vidrio? La explicación de Babelis es que si ese material está expuesto al sol y cerca de vegetación seca ocurre el  "efecto lupa", mencionado anteriormente, lo que produce una concentración de calor en un punto particular, necesaria en para generar un incendio.

Carlos Heredia, comisario del Departamento de Bomberos de San Juan, indicó que la gran mayoría de los incendios que apagan son generados por conductas negligentes. “Es muy difícil determinar si un fuego fue intencional o no, pero sí podemos saber que hubo participación humana”, comentó.

El hombre lo inicia, la naturaleza lo aviva

Existen algunos factores naturales que empeoran el efecto de las obras del hombre. En el caso de los incendios, el suelo y el clima contribuyen a su dispersión.

En la misma línea de Babelis, Heredia explicó que solamente en Valle Fértil y algunas zonas de Jáchal se producen incendios forestales propiamente dicho. En cambio, el fuego en pasturas o montes que se encuentren en lugares urbanos o de producción se denominan “incendios interfas”.

Imagen del incendio que acechó Valle Fértil en el 2019. Foto: Archivo Diario Huarpe.

La complejidad que tiene Valle Fértil es la inaccesibilidad para sofocar las llamas. Esto deja mucha superficie afectada, porque es difícil que alguien advierta estos focos de manera rápida. Sin embargo, cuando son advertidos muchas veces ya es tarde debido a la logística que deben aplicar para mitigar los efectos.

Estos dos lugares son propensos a quemarse porque presentan precipitaciones suficientes para generar gran cantidad de vegetación, pero hay épocas en el año donde la lluvia está ausente y aumente las probabilidades de incendio.

Caso distinto se produce en los suelos urbanos. La vegetación, pese a que posee plantaciones agrícolas y pasturas, es menos tupida y da lugar a los incendios interfas. Esto tiene lugar principalmente en la zona de Médano de Oro, departamento Rawson.

En Médano de Oro el fuego llegó a zonas urbanas. Foto: Archivo Diario Huarpe.

Babelis afirmó que estos suelos son muy húmedos lo que hizo que cientos de años atrás la materia orgánica no pudiera descomponerse. Esto cambió y actualmente el clima generó un efecto trascendental en estos territorios propiciando la expulsión de gases combustibles provenientes de la descomposición.

Uno de esos gases es el de carbono. Este tiene gran poder de combustión por lo que ante la mínima chispa o calor, enciende todo a su paso. El experto señaló que eso es lo que provocó cientos de incendios en el Médano. Además, la vegetación de pequeñas plantas es la causante de la dispersión de las llamas en el terreno.

Viento Zonda ¿causante de incendio?

Existe una creencia que el viento Zonda, al ser caliente y seco, es causante de incendios forestales en San Juan. Sin embargo, Babelis afirmó que por sí solo es imposible que los inicie. “El viento lo que hace es avivar el fuego y dispersarlo, pero no lo produce”, aseguró.

El profesor dijo que si no hay una chispa que comience el fuego, es imposible que un simple viento lo genere por más caliente que éste sea. Lo que sí sucede, es que si hay una mínima acción humana que les dé el puntapié a las llamas, el Zonda puede llegar a ser letal con respecto a los focos de incendio. 

El trípode del fuego

Babelis afirma que un solo factor de incendio es insuficiente para que un terreno arda en llamas. Para el sanjuanino deben conjugarse tres causas: el clima, el suelo y la acción humana. Este “trípode” funciona correlacionalmente, de acuerdo a lo que relató.

Una zona con alto riesgo de incendio es aquella que tiene un clima lo suficientemente húmedo como para que alimente el crecimiento de las plantas, pero que a la vez tenga una temporada seca que anime el incendio. Esa causa, en conjunto con una acción humana que inicie las llamas, acrecienta la probabilidad de que se generen los incendios. 

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