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Provinciales > Proteccionistas al rescate

Cecilia Montaño, la proteccionista que rescata y salva mascotas para darles un nuevo hogar

Es la dueña del refugio la Casita de Tronquito, manteniendo el lugar a base de donaciones y su propio trabajo.

POR REDACCIÓN

02 de diciembre de 2021

El proteccionismo es una forma de vida. Quienes se dedican a ello, saben la responsabilidad y sacrificios que supone salvar las vidas de aquellos que no tienen voz. “Acá alquilamos y tenemos 65 perros, de los cuales diez están judicializados. Es un trabajo de todos los días. Los castramos, vacunamos y si se puede les buscamos una familia”, dice Cecilia Montaño a DIARIO HUARPE.

Tiene 41 años y junto a su marido, Miguel Cisterna, y su pequeño hijo de 3 años, viven y llevan adelante el refugio para perros y gatos Casa de Tronquito. Allí, reciben a estos animales que necesiten un lugar cálido con alimento y una cucha, y también les salvan la vida en casos extremos.

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Cecilia y su familia, Miguel y su hijo de tres años. Los tres viven en el refugio y trabajan día a día para mantenerlo. Foto: Mariano Martin / DIARIO HUARPE

“Algunos vienen con heridas y los salvamos. La mayoría son rescatados del maltrato y el abandono. Cuando los entregamos, se van con su chapita y número de teléfono. Cuando se pierden salimos a buscarlos también”, resalta Cecilia.

El refugio se encuentra ubicado sobre calle Buenaventura Luna al norte de calle Rodríguez en la localidad del Mogote, departamento Chimbas. Lleva ese nombre en honor a un preciado amigo de Cecilia: Tronquito.

“Tronquito era un perro que tuve que perdió la movilidad en las patas traseras y usaba un carrito para moverse. Se quebró la médula tras un accidente de auto y luego no sobrevivió a las secuelas.El refugio lleva ese nombre en su honor. El me acompañó en momentos difíciles y siempre digo que él me adoptó y recuperó a mí”, recuerda.

El inmenso trabajo de Cecilia tuvo su inspiración cuando trabajaba en un comercio en Rivadavia y recibía la visita de un perro callejero. Se encariñó con el animal. Al verlo desamparado y en la calle, comenzó a indagar en redes sobre grupos de proteccionismo. El resto es historia.

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En el refugio no solo se reciben a perros sin hogar, sino también aquellos que necesitan atención veterinaria urgente para ser salvados. Foto: Mariano Martin / DIARIO HUARPE

“Comencé yendo a darle de comer a los perros abandonados de Zonda y luego los llevaba a guarderías. Cuando se me juntaron cinco perros, por falta de dinero y adopción se me ocurrió el refugio”. Pero antes, debía convencer a su marido. “Lo convencí porque buscamos un lugar con casa para que pudiéramos vivir ahí y lo hicimos”, recuerda entre risas.

Con donaciones de personas que se acercan hasta el lugar, el matrimonio también mantiene el refugio con el trabajo de Miguel en la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable. También realizan ferias americanas y rifas para poder mantener el alquiler del lugar.

Dadas las largas distancias y urgencias, su objetivo con el premio es claro: conseguir una movilidad.

“Nosotros tenemos pensado usar ese dinero para comprar una movilidad. Se nos dificulta para llevar perros en adopción y llevarlos al veterinario. A veces tenemos que contratar el remis de mascotas porque no tenemos en que llevarlos”, dice.

Pero Cecilia y Miguel siguen manteniendo el refugio que también es su hogar y representa lo que son: dos proteccionistas al servicio de la comunidad y las mascotas. “Hasta ahora, hemos sacado a más de cien perros de calle que no rompen bolsas, no muerden y no están vulnerables. Están en un hogar contenidos”, cerró Cecilia.

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