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Provinciales > Psicología infantil

Confianza, no exagerar fracasos y el balance “sanguchito”: cómo ayudar a los hijos

En los últimos días de año, la psicóloga Mariela Serra habló sobre el balance que debe realizar la familia ante situaciones adversas en los chicos.

POR REDACCIÓN

05 de diciembre de 2022
“Muchas familias pidieron orientación”, contó Serra. Imagen ilustrativa.

A pocos días de la finalización de 2022, llegó la época de balances en las familias. Para ello, muchos padres se inclinan por el éxito o fracaso escolar y social de los hijos, que incide de gran manera en los pros y contras de dicho núcleo. En relación con los fracasos, la psicóloga infantil Mariela Serra pasó por el programa Yo Te Invito para hablar de la confianza que debe brindarle el grupo familiar a los chicos.

“Fue un año atípico en el que todos los papás supieron saber ‘hasta dónde exigimos’”, remarcó en primer lugar durante el diálogo con Ana Paula Zabala. Sobre estas situaciones, expresó que “muchas familias pidieron orientación porque sintieron miedo por hechos los paralizaron”.

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Con respecto a la frustración, la profesional de la salud indicó que “está relacionada con la inmediatez que el chico quiere de una situación, del cierto exitismo, aunque se hace “un paralelismo con un mundo adulto que hace exactamente lo mismo”. “Cuando el chico tiene muy baja tolerancia a la frustración, la familia tiene que analizar cómo lo acompañó para que llegue a ese resultado”. Para ello, aconsejó que “hay que diferenciar la autosuperación, competencia consigo mismo, pero no de una forma hostil”, sino que “sirva para conocer las capacidades y limitaciones, y si conocer si necesita ayuda”.

Para ello, sugirió hacer un balance en conjunto, de forma “sanguchito”. “En primer lugar, hay que poner los aspectos positivos del chico, lo hizo bien y le dedicó tiempo y esfuerzo. En el medio, aquello que costó o no se logró la meta, y por último, anunciar un buen pronóstico por parte de los padres a su hijo”.

Ante situaciones de “frustración”, “el chico no sabe cómo va a enfrentar el año que viene, pero sí sabe que tendrá que enfrentar esta situación”, y “los padres no deben relajarse”. Por este motivo, hay que motivarlos y decirles: “Sos una persona con muchas capacidades, muchas fortalezas, capaz que faltó esfuerzo, tiempo y menos pantallas”. “Hay que enfrentar esta situación, rendir la materia y el año que viene nos vamos a organizar para acompañarte con habrá pautas y normas, para conocer si necesita ir a un profesor o tener menos pantallas”, advirtió.

Además, los padres “deben potenciar al chico y decirle ‘sí podés’”. “El hijo debe hacer una revisión de cómo fue su conducta, porque este es el momento de afrontar lo que está pasando. No es momento de atosigar, solamente si es tiempo de rendir una materia”, contó.

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En este contexto, Serra manifestó que “los padres merecen vacaciones”, pero para ello, “tiene que haber una planificación familiar”. “Las frustraciones no tienen que exagerarse, pero sí revisar por qué no fueron los mejores resultados y ver cómo lo solucionamos a futuro”, resaltó.

En continuación con el ámbito familiar, sostuvo que si el joven no logra con los objetivos “no debe ser tomado como una tragedia familiar”, porque “es él quien repitió”. “El problema es cuando aumentan las culpas. Tal vez necesita un apoyo psicológico para entender su proceso, pero tanto el éxito como el fracaso no lo tenemos que hacer propio, es de esa persona”, aseguró. “El chico siente la angustia que no es propia, sino que es de los padres. Además, seguramente no se siente cómodo en el grupo de pertenencia, o en esa escuela”, dio a conocer.

En cuanto a los castigos, señaló que si existe, debe ser “algo que pueda cumplir y no sea tan hostil”. “Tendrá un sentido de responsabilidad acorde a lo que le pasó. No debe ser una sanción, sino medida reparatoria. Si se llevó una materia, tiene que estudiar para sacarla. Hay que entrar al sentido de responsabilidad del chico, que será el que lo llevará a la autonomía”, aseveró.

“Hay que cuidar la autoestima del chico. No tengo que desvalorizarlo porque repitió. Seguramente la escuela no es el fuerte de él, pero tiene otras capacidades. También hay que separar y considerar las otras actividades”, destacó. Además, consideró que “los adolescentes pasaron un año complicado, con muchas exigencias sociales. “Si bien están conectados todo el día, se sienten muy solos y no están vinculados. Muchas veces el chico se siente vacío o no encuentra el sentido”, comentó.

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