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Desde trozos de queso hasta dólares, los pedidos que le hacen sanjuaninos al Ratón Pérez
Por Eliana Ruiz
Por la casita del Ratón Pérez, que se encuentra en calle Perito Moreno 41 norte, Capital, ya pasaron más de 1.000 niños y niñas a dejar su carta. En ellas, les hacen distintos pedidos a este personaje, aunque, principalmente, le llevan dibujos y le escriben agradecimientos por el dinero que les dejó por el diente. Esta casa está en el hueco de la pared de Laura Giménez, una mujer de 67 años que tuvo la iniciativa en plena pandemia con el motivo de entretener a sus nietos, pero la información se fue difundiendo y hasta ahí llegaron personas de varias provincias. Ella les dice a los chicos que es la secretaria del Ratón Pérez, ya que se encarga de responder una por una las cartas que le dejan.
DIARIO HUARPE dio a conocer la historia de esta casa y, desde ahí, a Laura la llamaron desde distintos lados, avisándole que, cuando pudieran, iban a ir a conocer el espacio. Incluso, le llegaron llamados desde Jáchal, Mendoza y Buenos Aires, en ellos, le pidieron que les mande el libro. Se trata de un cuento en el que relata la forma en la que surgió esta iniciativa, el mismo está en blanco y negro para que los chicos puedan divertirse leyendo y pintando. Lo envía por WhatsApp y también por correo a quienes les dejaron cartas.
Ahora, Laura reveló a este medio cuáles son los pedidos más frecuentes, pero también más insólitos, que les hacen los chicos en los papeles que le dejan.
“Me traen cartitas, con distintos pedidos, algunos piden el libro, otros que le convide un trozo de queso, algunos más audaces piden que deje bajo la almohada cinco dólares. Son muy ocurrentes”, contó Laura.
“Hay chicos que preguntan qué hace el Ratón Pérez con los dientes. Una niña me dijo `te doy mi diente para que lo agregues a tu collar hermoso´. Otros, para que lo guarde en el baúl de los recuerdos”, agregó la mujer.
Además, hay pequeños que les escriben en nombre de sus primos o hermanas, ya que estos son muy chicos y aún no aprendieron a hacerlo.
Aunque, el principal contenido de los escritos son dibujos o agradecimientos por el dinero o los juguetes que les dejó el Ratón Pérez en su casa. También, agradecen la casa en la que pueden ir a jugar. Hay veces en las que los niños dejan un aporte para embellecer la vivienda que está en la vereda. Hace días le llevaron una maceta pequeña con un girasol, un sillón y hasta dos ratones, el señor y la señora Pérez, aunque estos últimos se los robaron a los dos días.
“Cada vez que vienen los chicos se ponen a jugar, porque cada vez que salgo veo todo ordenado de distinta manera. Me gusta que disfruten de esto que empecé como un juego con mi nieto”, cerró la creadora de la casa del Ratón Pérez.