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Día de las Personas con Discapacidad: “Majo” Quiroga la campeona de paraciclismo

La historia de la sanjuanina que, siendo ciega, supo adaptarse al entorno y aprender a disfrutar de lo que hoy es su pasión. 

POR REDACCIÓN

03 de diciembre de 2022

Cada 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Según fuentes oficiales, actualmente en San Juan hay 25.300 personas con algún tipo de discapacidad. María José Quiroga es una joven que a los seis meses de vida fue diagnosticada con ceguera total y desde muy chica desarrolló una inmensa pasión por el deporte, lo que en la actualidad la llevó a ser parte de la Selección Argentina de Ciclismo Adaptado y convertirse en campeona nacional y panamericana. 

La campeona nacional tiene rutinas de entrenamiento muy extensas junto a su compañera. Foto:Gentileza

“Mi mamá era muy joven cuando me tuvo junto con mi hermano mellizo. Nacimos prematuros y yo fui diagnosticada con rinopatía del prematuro y él falleció. Desde ese momento mi familia tuvo una lucha constante con problemas en mi salud, hasta que a los seis meses de vida les dijeron que iba a ser ciega de por vida. Allí comenzó el trabajo de mi madre para saber cómo iba a hacer para criarme y hacer que yo 'viera' y tuviera una vida normal”, comenzó diciendo María José Quiroga a DIARIO HUARPE.

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La historia de vida de la joven luchadora no fue sencilla no sólo por su condición, sino por todo lo que le tocó atravesar junto a su familia. “A los 5 años, mi mamá falleció de cáncer cuando ella apenas tenía 24. Mi papá, unos meses antes de que ella muriera decidió abandonarnos. Quedamos al cuidado de mi abuela”, explicó “Majo”, como es conocida entre su familia y amigos.

Para la joven campeona de 29 años, la figura de su abuela es la representación de la lucha y la perseverancia. La persona que forjó la resiliencia que hoy habita en María José. “Ella fue mi todo. Me crio y me enseñó los valores. Nunca hizo diferencia entre mis hermanos o primos conmigo. Si me correspondía una penitencia, no lo dudaba”, reconoció entre risas.

 

La manera de ser criada, tal como lo describe la joven, le permitió ser la persona que hoy es. Aseguró que en su seno familiar la dejaron ser una niña libre, entendiendo cuáles eran sus limitaciones, pero sin restricciones. “Con mis primos jugaba muchísimo, a la pelota, andábamos en bici, me subía a los árboles. Fui realmente muy inquieta y traviesa y que la mayoría de mis primos fueran varones, ayudó muchísimo”.

“Nunca tuve miedo, si no era con mis primos, andaba sola en el patio de casa con la bicicleta, dando vueltas”, relató.

María José recuerda su infancia con nostalgia y un poco de tristeza por las necesidades que le tocó pasar. “No fue fácil, había mucha carencia de cosas en casa. Se comía si había y siempre había prioridad con los más chicos. Eso hoy viéndolo a la distancia me enseñó a valorar la vida y a ser una agradecida por todo lo que hoy pude conseguir”.

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“Cuando cobré mi primer sueldo, por ser parte de la Cámara de Diputados, para mí fue una locura. Recuerdo que le dije a mi abuela que íbamos a ir al supermercado a comprar mucha mercadería”, contó.

Por destino o casualidad, María José llegó al mundo del deporte gracias a un profesor que le dijo que por ser muy traviesa: “Comencé con atletismo, hice patinaje artístico, natación, fútbol y hace 3 años y medio me metí en el mundo del ciclismo. Fue una revolución en mi vida, no me imaginé nunca todo lo que iba a venir”.

Un día, el técnico de la Selección Argentina de Ciclismo se cruzó con María José y fue el inicio de algo tremendo. “Uno nunca sabe qué es, podemos decir que Dios, la vida o el universo, pero las cosas se fueron dando y hasta el día de hoy no sé qué vio Martin Ferrari en mí, pero estoy muy agradecida”, señaló.

En cuanto a su discapacidad, la deportista reconoció que siempre lo tomó con humor: “Yo aprendí a convivir con mi discapacidad, porque creo que ese es el mejor camino. Hago chistes de mi ceguera. Si alguien a mí me dice que si los dejo de hacer, me va a devolver la vista, no los haría más, pero eso no va a pasar”.

Finalmente, “Majo” explicó que en sus visitas a diferentes países, comprendió que la discapacidad se vive de maneras diferentes. “La sociedad es más respetuosa y en cuando a lo edilicio, también están más desarrollados en la accesibilidad. En San Juan aún nos falta, pero estamos avanzando, la gente está comprendiendo y aprendiendo a convivir con las personas con discapacidad. La ciudad de a poco se está adaptando con lo necesario para ser más inclusiva”, continuó.

“Me encantaría que se trabaje con los chicos en las escuelas, para que se aprenda el trato con las personas ciegas, sordas, en silla de ruedas. Aún hay mucha desinformación al respecto”, cerró la deportista.

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