Educación de adultos: historias de alumnas que decidieron superarse

Esta semana la educación de jóvenes y adultos mostró sus frutos con diferentes actividades. Estas son tres historias de superación y búsqueda de un futuro mejor a través de la escuela.

Madres y alumnas

Ángela Guardia es alumna de la escuela Ángel Salvador Martín. Su día a día lo divide entre ser mamá, acompañar a sus hijos estudiar y curar el tercer año para terminar el secundario. Ángela nunca fue a la escuela, nunca la mandaron, por lo que aprovechó la educación para adultos para empezar una nueva etapa.

A sus 45 años inició sus estudios. “Mi vida sigue siendo la misma, solo que tuve que hacerme lugar para que la escuela sea mi prioridad. Son tres años, pero en esos años sé que voy a cambiar mi vida”, dijo. La mujer espera una vez que termine empezar peluquería y dedicarse de lleno a su pasión.

Yasmín Carabajal tiene 20 años, va a la escuela en el turno noche. Ella quiera terminar el secundario para seguir la carrera de ayudante quirúrgico, aún no decide si en San Juan o en San Luis, pero se tomó esta segunda oportunidad en serio. 

Por la mañana ayuda en su casa, en la tarde se dedica a la escuela y en la noche cursa. El objetivo es que ella persigue es saldar esa cuenta pendiente que le abrirá la puerta a un futuro profesional.

Micaela tiene 21 años, es mamá de un bebe. Ella cursa para terminar el primario y una vez que termine eso quiere concluir el secundario y de ahí llegar a la universidad y estudiar abogacía. Mica es acompañada por su mamá que cuida a su nene. Su día se reparte entre la maternidad, su trabajo y terminar la escuela. "Terminar es algo que me permitiría ser alguien, por eso quiero terminar. Para darle un futuro a mí, pero más a mi bebé".

Las tres coinciden en que es algo posible, que aunque sea difícil, la educación para adultos es una oportunidad para tener más posibilidades.

Estas tres historias son parte de una educación que pasa desapercibida, pero a más de 14.000 sanjuaninos significa cambiar sus vidas. En la provincia terminar los estudios les permite desde recategorizarse hasta empezar una carrera universitaria.