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Provinciales > PEDIDO DE JUSTICIA

El enojo de la familia del sanjuanino Alfaro a cuatro años de la última vez que zarpó el Ara San Juan

Testimonio de Luisa Rodríguez, madre del sanjuanino Ricardo Alfaro, tripulante del submarino que se hundió en 2017.

25 de octubre de 2021

El 25 de octubre de 2017 el ARA San Juan zarpó por última vez desde la Base Naval de Mar del Plata. A cuatro años de ese día, los familiares de las 44 víctimas siguen con el pedido de justicia. La madre de uno de los tres tripulantes oriundos de San Juan contó a DIARIO HUARPE que su hijo vio venir el final, cómo fueron las últimas horas en tierra de él y cuáles son los dolores que persisten.

El domingo, en homenaje a las víctimas, el Gobierno nacional inauguró un memorial frente al puesto de guardia de terminal marítima en el que el submarino aguardaba para navegar. La escultura consistió en una réplica del ARA San Juan de seis metros construida en granito negro. En el acto estuvieron presentes familiares. Sin embargo, Luisa Rodríguez, madre del tripulante sanjuanino Ricardo Alfaro, Suboficial Segundo y cocinero de 37 años al momento de su muerte, no fue. Aunque aprecia el gesto, quiere justicia, no homenajes que “no ayudan y solo reviven el dolor”.

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Ricardo Alfaro, de 37 años.

“Está bien que se los recuerde, pero el homenaje más importante hacia ellos y los familiares es que tengan justicia”, marcó Luisa. Pero no considera que estén cerca de lograrlo porque para “la Justicia es muy corrupta y cubre de mil maneras el tramado de ocultamiento del gobierno de Macri y las exautoridades de las Fuerzas Armadas”.

El exjefe de Estado, quien estaba funciones cuando fue la desaparición del submarino, está como imputado en la causa del ARA San Juan. El miércoles 20 de octubre Macri no fue a la indagatoria en la que estaba citado por el supuesto espionaje a los familiares de las víctimas. Tras faltar, en su cuenta de Twitter, argumentó que “no tiene nada que ver con la causa”. Esto generó más enojo.

“Nos espiaban. Al acampe iban personas extrañas atribuyendo que eran familiares de tripulantes y era mentira, entre nosotros nos conocíamos por compartir el dolor y la angustia”, contó en referencia al campamento que montaron apenas se enteraron de la desaparición, el 15 de noviembre de 2017. Según su relato, durante esa época  también los vigilaban con un drone. Además, aseguró que, al igual que a otros familiares de la tripulación, fotografiaron a su nuera y a su nieto. “Hacían eso cuando nosotros estábamos sufriendo y solo queríamos respuestas”.

Banderas para los tripulantes sanjuaninos.

Por otro lado, la madre del encargado de la cocina del ARA San Juan, reclamó que la causa que lleva a cabo la jueza Marta Jañez “no avanzó prácticamente nada y está estancada”. Lo que exigen los familiares es que hagan un nuevo peritaje del submarino. “Pero no quieren seguir, dicen que son héroes que murieron custodiando a la Patria porque tienen miedo de que se sepa la verdad de lo que se pasó, porque cuando salga a la luz el exgobierno va a tener un problema impresionante, más grande que por lo del espionaje ilegal”, agregó.

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Recién el 17 de noviembre de 2018 Macri anunció que la empresa Ocean Infinity, contratada por el Gobierno para la búsqueda, halló el submarino. La nave estaba a 907 metros de profundidad, cerca del Golfo San Jorge, donde fue el último contacto.

Luisa, en tanto, defiende que el Gobierno, junto con las exautoridades de las fuerzas armadas, conocía la ubicación del submarino desde el 2017. Esto coincide con la versión  del contralmirante Enrique López Mazzeo, excomandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, quien, ante la Justicia, declaró que el cinco de diciembre del mismo año de la desaparición ya tenían localizado al ARA, pero les ordenaron mantenerlo oculto.

Los 44 tripulantes del ARA San Juan.

La madre de Ricardo también sostuvo que quisieron engañarlos a ellos y a toda la Argentina al decir que una implosión por un problema mecánico había sido la causa del incidente, cuando fue una explosión. Explicó: “Un estudio de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (Ctbto) indicó que la denotación era igual en profundidad e intensidad a un proyectil de un helicóptero de Gran Bretaña que estaba posado en las embarcaciones de las fuerzas armadas británicas”.

Mencionar la investigación de la Ctbto le llevó directo a una de las conversaciones que tuvo con su hijo. De acuerdo a lo narrado por Rodríguez, tres meses antes del hundimiento Ricardo, a quien llamaba Gabriel, le había contado que mientras estuvieron en el agua una nave extranjera los había seguido y tenían prohibido hablar sobre eso. Compartió el recuerdo de esa charla: “Él me dijo ‘en cualquier momento nos van a mandar y no vamos a volver. Se van a juntar todos ustedes a llorar en la base naval de mar del plata porque no vamos a volver’. Y así fue”.

La madre de Ricardo Alfaro en el acampe de Mar del Plata. Foto gentileza.

La última vez que vieron a Ricardo con vida fue el día que zarpó el ARA San Juan. Salió de su casa en remis para ir a embarcar, pero algo que se olvidó lo hizo devolverse y pudo volver a despedirse de su esposa e hijo. Con su mamá había hablado la noche anterior: estaban en los preparativos para una visita de ella. Luisa iba a viajar la semana siguiente a visitarlo.

Todavía le duele haber tenido que adelantar ese vuelo. Lo que iba a ser un viaje de encuentro se convirtió en uno de dolor sin despedida y pedido de justicia. No pudo abrazarlo una vez más. “Es un dolor muy grande, inmenso, no le deseo a nadie que pase por esto. Quiero la verdad y que los responsables paguen”, cerró.

Además de Roberto, en el ARA San Juan habían otros dos sanjuaninos. Eran Cayetano Vargas, Suboficial Segundo de 45 años, y Renzo David Martín Silva, Teniente de Fragata, de 32.

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