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Provinciales > Surgió en pandemia

El Ratón Pérez vive en San Juan: ya respondió más de 1.000 cartas de niños

Llegaron pequeños de varias provincias y hasta de escuelas a dejar sus cartas para este famoso personaje.

07 de agosto de 2022

“Hola Ratón Pérez, como vos sabés, a todos los niños se le caen los dientes y a mí se me cayó uno, mañana voy a tu casa. Hay un secreto, te prometo que no le voy a decir a nadie. Si vos me despertás, puedo ayudarte a darles cositas a los niños. Pensalo bien por fa, me encantaría ser tu amiga”, dice una de las cartas que llegó hasta el buzón de la casa del Ratón Pérez.

La casa está en Perito Moreno 41 norte, en el hueco de la pared de Laura Giménez, una mujer de 67 años que tuvo la iniciativa en plena pandemia con el motivo de entretener a sus nietos, pero la información se fue difundiendo y hasta ahí llegaron personas de varias provincias. Ella les dice a los chicos que es la secretaria del Ratón Pérez, ya que se encarga de responder una por una las cartas que le dejan.

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Todo empezó cuando a su nieto mayor, Juan Francisco, se le cayó un diente y querían hacerle algo distinto porque estaban “muy bajoneados” debido al coronavirus. Así fue que decidieron encontrarle una casita al famoso personaje. Aunque, también hubo otro motivo, el chico de seis años llegó con el diente y no les había dado tiempo de colocarle algo de dinero bajo la almohada.

“Decidimos dejárselo en ese hueco de la pared y a partir de ahí esa se convirtió en la casa del Ratón Pérez”, contó.

No iban a dejar el agujero sin nada, así que con lo que había en la casa y con juguetes de los seis nietos de Laura completaron el mobiliario. Como todo debía ser en tamaño pequeño, los que vienen para armar en los huevos de chocolate resultaron ser perfectos.

Decoraron todo con mucho amor, pero esos objetos duraron menos de 20 días porque se los robaron todos. Eso no los detuvo y volvieron a armar todo con lo que iban encontrando en sus viviendas.

“La gente pasaba y nos avisaba `señora, se dejaron los juguetitos afuera´ y nosotros les explicábamos que no, que era la casita del ratón”, dijo Laura.

La noticia empezó a correr de boca en boca y en el hueco en la pared comenzaron a aparecer cartas que los niños de la provincia le dejaban. Es por ello que la mujer colocó una botella cortada a la mitad para que pusieran ahí los escritos.  

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“Lo que está ahora todo es regalado por los chicos, porque todo lo demás se lo llevaron. Una vez hasta se llevaron la botella con cartitas, por daño nada más”, comentó la jubilada.

Actualmente, el lugar tiene un cerco de madera de color gris con flores de colores pintadas sobre él, un rectángulo de goma Eva que simula ser pasto, una escoba, un arbusto de plástico, una cocina, un televisor, dos camas y dos carteles, uno en madera y el otro en cartulina, en ambos anuncian que esa es la casa del Ratón Pérez.

Además, el detalle más llamativo es el de un buzón de color rojo estridente que dice: “Llegó el correo”. Este lo utiliza Laura para dejar las respuestas de cada una de las cartas que le llegan. A las mismas las responde con mucho amor y hasta les coloca strass de distintos colores. Tiene mucho cuidado a la hora de escribirlas debido a que no todos hablan de Ratón Pérez, sino que hay otros que mencionan al Hada de los Dientes, por eso ella tiene en cuenta todos los detalles a la hora de hablarles a los chicos.

“Todo lo hago personalizado, a cada chiquito le contesto en el mismo tono que me escribió. Algunos hacen dibujos, otros son más pícaros y hacen preguntas al ratón, cómo dónde vive, si tiene hermanos, dónde más tiene casitas”, relató la mujer.

Generalmente, los fines de semana, los feriados y las jornadas de vacaciones son los días más concurridos. Incluso, llegaron desde colegios sanjuaninos para dejarles cartas, como así también, personas de otras provincias.

“Esta casita les pertenece a todos los chicos que quieran venir a verla, por eso hay que cuidarla”, dijo Laura. Eso es exactamente lo que hacen la mayoría de los pequeños que llegan hasta ahí, jugar con los distintos elementos de la casa que hay, ordenarlos y compartir un momento íntimo junto a sus mamás y papás. Eso sí, antes de irse, colocan la carta, a veces va con el diente, en la botella que las recolecta.

“Nunca me imaginé que algo que empezó como un juego con mis nietos iba a tomar tanta dimensión, pero me gusta mucho responder las cartas y el amor que transmiten así que voy a seguir haciéndolo”, cerró la creadora de la casa del Ratón Pérez.

Ratón moderno

Al responder las cartas, Laura les coloca un número de teléfono para que los niños juntos a sus mamás o papás le escriban. Esto lo hace porque ella creó un cuento en el que relata la forma en la que surgió esta casa, el mismo está en blanco y negro para que los chicos puedan divertirse leyendo y pintando. Lo envía por WhatsApp a quienes les dejaron cartas.

“El ratón es muy inteligente y sabe a qué niño o niña pertenece el diente, por eso, el dinero seguro aparecerá debajo de tu almohada”, dice una de las frases finales del texto.

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