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Entregaron el barrio hace poco y ya no saben cómo combatir la inseguridad

En el Conjunto 7 los vecinos están cansados de los hechos delictivos. Aseguran que no pueden vivir tranquilos y piden con urgencia una garita policial o una motorizada.

26 de agosto de 2019

A comienzos de mayo entregaron el barrio Conjunto 7 en La Bebida y lo que parecía ser el comienzo de un sueño para 110 familias se fue convirtiendo lentamente en una pesadilla. Es que apenas se instalaron comenzaron los robos y los hechos delictivos, ya no saben qué hacer para combatirlos debido a que no tienen la comisaría cerca. Además, la alarma comunal poco les sirve porque los efectivos tardan en llegar cuando dan aviso.

“Tenemos perros y todo pero acá ya no se puede vivir”, relató con desesperación una vecina cuya identificación se resguardará por temor a represalias. “La gente ya está viendo cómo puede tratar de cambiar o abandonar las casas y cuesta un montón tener una propia, es una lástima lo que está pasando”, añadió una de las afectadas del barrio que cuenta con 110 viviendas.

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Los delincuentes tienen varios modus operandi, aunque uno de los más repetidos consiste en mandar a niños a golpear y cuando la persona abre la puerta, ingresan a robar ya que esperan escondidos el momento en que esto ocurra. También, la mujer contó que envían a pequeños a que griten “mamá, mamá” en las puertas de algunas viviendas para que los propietarios salgan y los ladrones aprovechan el momento para entrar.

Además, cerca del barrio hay un establecimiento educativo por lo que los estudiantes se convirtieron en el blanco de los malvivientes. “Salen de la escuela y muchos, para ir a la parada del colectivo, tienen que pasar por un callejón, ahí ya les han robado, pegado, hasta les han quitado la ropa”, contó la vecina.

El robo de maquinarias y herramientas ya se volvió otro de los hechos frecuentes en el complejo habitaciones. “Nos roban hasta las mangueras”, aseguró.

Para estar más conectados, poder enterarse de lo que ocurre y alertar en casos de emergencia, los vecinos decidieron crear un grupo de WhatsApp en el que se van informando cuando ven situaciones o personas extrañas en la zona. “Lo usamos para ver si así podemos cuidarnos entre nosotros pero ya no podemos ni salir de casa”, dijo.

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Para poder vivir tranquilos tienen un pedido fundamental: una garita o motorizada en el barrio. Es que aseguran que cuando llaman a la Policía se tardan bastante tiempo lo que imposibilita que hallen los autores de los hechos. Incluso, afirman que las denuncias que realizaron allí no prosperan. Fue solo una vez la que pudieron identificar a un delincuente ya que la gente del barrio logró atraparlo y en ese hecho “la policía se tardó una hora en llegar”, dice.

Efectivos en solo una zona

La mujer dio a conocer que hay una parte del Conjunto 7 en el que hay efectivos policiales, es aquella en la que hay una zona de casas sin habitar. No obstante, hasta el personal que cuida allí se ve afectado por los hechos de inseguridad.

“Hay una franja de casas que no están habitadas, ya las han roto, tienen policías que las custodian y los agarran a piedras, los corren, ya no se puede vivir acá”, cerró la vecina.

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