Los fieles volvieron a abrazarse en la misa por San Cayetano

"Estamos felices de que podemos saludarnos otra vez, estrecharnos en un abrazo. Se notaba esta carencia que teníamos, era un huequito, eran como las misas frías, ahora se siente más el abrazo del hermano más que antes, ahora es como que da calor al alma el abrazo del hermano", con estas palabras Carolina, una catequista contó cómo vivieron la misa en honor a San Cayetano en Chimbas. 

Es que tras dos años de distancia obligada por la pandemia de coronavirus, en este día del santo patrono del pan y del trabajo, fueron muchos los que disfrutaron poder volver al abrazo en el momento del saludo de la paz durante las misas que se realizaron en el templo ubicado en el barrio Parque Industrial en Chimbas.

Carolina contó que trabaja para San Cayetano desde hace 10 años como catequista para los grupos de Confirmación, tiene a su cargo a 23 chicos de 12 a 18 años. La catequista aseguró que nota que hay muchos jóvenes que son muy devotos del santo del trabajo. 

La mujer, que se encargó de repartir los bollitos de pan que donó un panadero de la zona y que fueron bendecidos para darle a los fieles, agregó que tras muchos años de asistir a la celebración de cada 7 de agosto, esta vez notó que la gente no fue solo a pedir, sino también a agradecer por la salud y por el trabajo. 

Este domingo fue incesante el peregrinar de personas iban a orar unos minutos o que buscaron participar de alguna de las misas que se realizaron en la parroquia chimbera.

A diferencia del año pasado en el que los protocolos sanitarios obligaron a disminuir la cantidad de fieles dentro del templo, este domingo todos pudieron entrar al templo y ubicarse en las bancas o quedarse parado al costado, ya sin la prevención de tener que tomar distancias para evitar contagios. Igualmente, especialmente las personas mayores, continuaron usando barbijo como una forma de seguir prevenidos.  

A esto se suma que desde la parroquia siguen manteniendo una única prevención para evitar la propagación del Covid-19, es que aún no se puede tocar al santo, algo que hasta antes de la pandemia era algo normal. Ahora, para evitar que la gente toque la estatua en honor a San Cayetano, le han colocado una especie de baranda de madera que sirve para poner distancia entre los fieles y la imagen.

Igualmente, fueron muchos los que hicieron la fila en el costado derecho de la parroquia para poder llegar a estar parados frente a la imagen, orar por algunos minutos y hasta hacerle una foto para llevar una imagen del patrono del trabajo en el celular. 

El peregrinar de gente fue incesante durante todo el domingo, en un día muy frío nublado, con viento helado y algunas lloviznas. En medio de este día invernal, decenas de artesanos y comerciantes se ubicaron en una feria organizada en el paseo contiguo a la parroquia. Allí se podía encontrar desde semitas calientes, tejidos hasta manualidades en telas o cerámica. 

También abundaron los comerciantes callejeros que vendían los tradicionales souvenirs de San Cayetano que incluían una vara de trigo y la estampita del santo que se venía a unos $100 en promedio. 

Por el campanil

Si bien la capilla de Santo Domingo de Guzmán en donde está entronizado también San Cayetano tiene su blanco edificio casi terminado, aun resta cumplir con una última etapa de la construcción. Es que el templo no cuenta con un campanil. 

El proyecto incluye esta estructura, pero la parroquia aún no cuenta con los fondos para poder afrontar la obra. Por eso, la comisión Pro Templo de San Cayetano sigue trabajando para conseguir los fondos. 

Este año los miembros de este grupo organizaron una venta de alimentos dulces con el fin de recaudar lo necesario para poder avanzar con la obra. Las personas que deseen colaborar con este grupo pueden comunicarse con el 264-5283592. 

Por el trabajo