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Salud mental en San Juan: una consulta cuesta como mínimo $2.000

El monto es el mínimo ético, pero los profesionales pueden decidir cuánto saldrá su consulta. 

13 de septiembre de 2022

La preocupación por la cantidad de suicidios en San Juan reactiva la pregunta del acceso a la salud mental y las posibilidades que tiene la gente de tener atención psicológica y psiquiátrica. En este sentido, hay que tener en cuenta que el mínimo ético que cobran los profesionales de la salud mental en la provincia es de $2.000, además de que muchos no reciben obras sociales. En un contexto en el cual los sistemas tanto públicos como privados están totalmente rebalsados, los expertos hacen malabares para atender a todos los pacientes que requieren atención.

DIARIO HUARPE habló con licenciada Gema Galván, presidenta del Colegio de Psicólogos de la provincia, quien explicó que el mínimo ético es de $2.000. Desde ese monto, los profesionales de la salud mental pueden cobrar lo que les parezca adecuado. En el caso en el que el paciente no pueda abonar la totalidad de las consultas, se puede ver la posibilidad de bajar la frecuencia de asistencia.

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“Siempre se prioriza que los pacientes cumplan su tratamiento. Por ahí, no todos necesitan tener una consulta por semana. Se va regulando en relación con la necesidad del paciente. Hay quienes pagan todo a fin de mes, o van pagando como pueden. Eso se va viendo”, explicó.

La profesional aclaró que, en muchos casos, sus colegas no reciben obras sociales, ya que algunas no pagan las prestaciones como deben, desde el punto de vista monetario y en relación con los tiempos también. Galván indicó que hay veces que “se demoran hasta seis meses en pagar”.

En relación con la Obra Social Provincia (OSP), Galván dijo que desde el Colegio rompieron relación con la misma porque venían sucediendo varias cuestiones. Además de problemas con los precios de las prestaciones, que están completamente desactualizados, “hay veces que ni siquiera pagaban las consultas o se demoraban hasta seis meses en hacerlo”.

“Lo de la OSP no es algo nuevo. Nosotros entendemos la necesidad de la gente y estamos  dispuestos a dialogarlo, pero siempre ponemos por delante el bienestar de los profesionales”, planteó.

Además de las problemáticas económicas, de los precios y de que no reciben obra social, Galván dijo que hay un gran desborde del sistema de salud mental, tanto público como privado. Después de la pandemia, aseguró, las consultas se duplicaron y esto hizo que cada vez se necesitaran más profesionales.

“El sistema público no da abasto, entonces hay gente que ahorra lo que puede y lo invierte en consultas privadas, porque lo necesitan. Entonces también el sistema privado se rebalsó de consultas. Hay colegas que directamente no tienen turnos para dar”, expresó.

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En este contexto, la psicóloga dijo que, ante la gran cantidad de casos de suicidios, los padres y familiares en general aumentan las visitas preventivas. Esto constituye un factor fundamental para la suba de consultas psicológicas.

“La pandemia lo que hizo es que la gente no pueda expresar lo que le pasa. Los padres deben empezar a deconstruirse, tal vez lo que era importante en nuestra adolescencia, ahora no lo es”, concluyó.

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