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Carlos Chirino, el trabajador que espera la jubilación: sus empleos, sus sueños y su futuro

Trabajó con aviones, en diversas empresas, y hasta vendió en la calle cuando se quedó sin empleo.

19 de julio de 2022

Carlos Chirino es un sanjuanino de 66 años que actualmente trabaja en el área Seguros y Accidentes de Riesgo en el Trabajo, en el Ministerio de Educación, en el Centro Cívico. “Tengo cuarenta y pico años de servicio, ahora estoy esperando mi jubilación”, dice. Esos “cuarenta y pico” a los que hace referencia son 47 años que lleva trabajando, aunque no siempre fue empleado estatal.

El hombre trabajó en la actividad privada desde los 19 años. Durante 15 años estuvo en la fábrica de aviones en Pocito donde hacía controles de calidad, estuvo en la mutual del Banco San Juan, en una molienda de minerales en Santa Lucía, en una embotelladora de amargo en el Parque Industrial de Chimbas y en dos diferimientos impositivos. Hubo un tiempo en el que estuvo sin empleo, pero no se quedó de brazos cruzados: salió a las calles sanjuaninas a vender pan porque tiene tres hijos y necesitaban ingresos económicos.

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Lo que más le costó fue el trabajo en la fábrica de aviones. Ahí era inspector de calidad y con su firma aseguraba que el producto que salía de la planta de San Juan era el mismo que salía en Estados Unidos o Canadá.

“Por ser trabajos bajo licencias de Estados Unidos, toda la documentación, los planos y las normas que certificaban la producción estaban en inglés. Al salir de una escuela técnica tuve que ponerme las pilas en esa materia”, contó.

Mientras que el trabajo que más disfruta es el que tiene actualmente. Cuando se jubile quiere seguir trabajando en esa temática, aunque admite que lo hará a sus tiempos porque quiere disfrutar de sus nietos. “Uno a esta edad entiende que el tiempo es lo importante”, comentó.

Chirino quiere abrirse una pequeña oficina y vender sus servicios para seguir ejerciendo su profesión. Es que está orgulloso de ser licenciado en Higiene y Seguridad, carrera que comenzó a estudiar a los 52 años. A los 57 subió al estrado de la Universidad Nacional Tecnológica de Mendoza a recibir el tan ansiado título.

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“Lo más lindo fue cuando subí al anfiteatro a recibir el título y se lo pude traer a mi madre, eso fue muy importante para mí”, dijo mientras recordaba del momento con ojos colmados de emoción y con una lágrima que resbalaba por su mejilla.

Ahora está enfocado en su empleo y pone todos sus conocimientos para cuidar y tratar de proteger a los docentes y alumnos sanjuaninos.

“Tuve distintos trabajos, estoy por jubilarme y quedo agradecido por los contactos y las amistades porque después la vida te vuelve a juntar, por eso hay que trabajar siempre bien”, cerró el empleado estatal, Carlos Chirino.

Un hombre de trabajo

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