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Piden liberar las aguas de arriba para que la laguna de Guanacache se llene

Cansados de esperar el despertar del sentido común y el respeto a la naturaleza, referentes de la comunidad huarpe de la laguna sarmientina, de­­nuncian que la laguna la secaron porque aguas arriba están desviando los cauces de ríos y canales para beneficios de em­prendimientos industriales y agrícolas.

POR REDACCIÓN

18 de agosto de 2015

Desde el corazón de la laguna de Guanacache llegó a nuestra redacción el Cacique José Díaz junto a Eugenio y Carlos Molina, miem­bros de la comunidad huarpe Aguas Verdes, para hacer escuchar su reclamo: “Queremos que las a­guas vuelvan a nuestra laguna y que dejen libres los cauces de los ríos y canales que la llenan”, dijo Díaz.

Los miembros de esta comunidad, integrada por 17 familias, viven des­de siempre en esas tierras (justo a la orilla de la laguna que hoy está seca) y encima los quieren desterrar. “Yo no sé si todo esto esta pensado por alguien para sacarnos del lugar que nuestros abuelos y los abuelos de nuestros abuelos eligieron para vivir”, expresó el cacique Díaz. ”Y queremos que quede bien claro que nosotros no somos usurpadores, somos hijos de la historia”.
Díaz y los hermanos Molina remarcan esto porque siempre aparece alguien adjudicándose las tierras y pidiendo el desalojo; pero como dice Díaz: “Nosotros resistimos y resistiremos”.

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Como se sabe, la laguna de Gua­na­cache siempre ha sido sustento de vida de los pueblos originarios. “Con la laguna teníamos agua para nuestros animales, era la fuente inagotable de alimento para nuestras fa­milias con la pesca. La totora, el aire y la vida para respirar”, manifestó Díaz.

Los representantes de la comunidad Aguas Verdes piden a las autoridades municipales y a las del gobierno provincial que controlen a diferimientos y empresas que toman el agua del cauce principal que alimenta la laguna y que es el canal cuatro, como lo llaman ellos.

“A la altura de San Carlos, la em­presa Chirino hace el último ta­pón en el canal y mete el agua pa­ra su em­presa”, denunció Díaz, “y para arriba, todos los diferimientos ha­cen lo mismo, algo que no debería pasar ya que no dejan que el agua siga su curso y llene la laguna”.

Hoy por hoy los jefes de familia de la comunidad, que tienen la responsabilidad y el compromiso de velar por la salud y alimentación de su población infantil, que supera los 70 niños, han formado cooperativas y salen a arrendar tierras en los distritos cercanos para plantar melones, sandías y demás hortalizas y con las ganancias por la venta compran los alimentos para todos.

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“Tiempo atrás no teníamos que salir de nuestras tierras para buscar el sustento, con nuestras plantaciones, nuestros animales y la pesca vivíamos, pero ahora, de las 300 cabras que teníamos por familia no llegamos a 100. Los animales se nos mueren con tanta sequía”, contó Díaz.

El Cacique de la comunidad le contó a DIARIO HUARPE que la municipalidad les lleva cada 15 días agua en los camiones tanque, que ellos depositan en tanques, tachos o cualquier recipiente que sirva de reservorio. “Y más o menos nos llevan 1500 litros por familia, que se tienen que racionar hasta que vuelvan a traer en otro viaje”, contó Carlos Molina.

Para terminar, con los ojos llenos de esperanza, José Díaz, le dijo a DIARIO HUARPE: “Ojalá que nos escuchen y dejen que el agua corra como siempre corrió por el canal cuatro, porque esa agua no es de los diferimientos ni de las empresas, sino de la laguna de nuestra tierra”, sentenció.

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