La provincia que renació

El 15 de enero de 1944 marcó un antes y un después en la vida de los sanjuaninos que vieron como en pocos minutos desaparecía toda una ciudad cargada de bellos detalles. En medio del duelo por los que ya no están, de a poco, los sanjuaninos comenzaron a levantarse de entre sus escombros para comenzar a construir la nueva ciudad.

Antes del terremoto, la mayor parte de las casas de San Juan eran de adobe, de estilo español, con fachadas altas y patios floridos. Los frentes de los edificios públicos tenían bellos ornatos y algunos hasta grandes esculturas. Hasta que el fuerte movimiento sísmico derribó las bellas estructuras conocidas por todos. Una vez que se sacaron todos los escombros llegó la hora de pensar en la reconstrucción.

Tras varios años de debate sobre cuál era la mejor opción para reconstruir la ciudad, finalmente se impuso el plan propuesto por el arquitecto José M Pastor quien propuso, una serie de lineamientos que incluyeron desde el alto que debían tener los edificios, hasta la conformación de un “Eje Cívico” que incluyera a los principales edificios públicos dispuestos en la Avenida Ignacio de la Roza.

Todas las estructuras de los nuevos edificios públicos fueron pensadas para resistir fuertes sismos. De a poco, todas las casas particulares también comenzaron a ser sismoresistentes.

“Hasta el que menos sabe de construcción, es consciente de que debe colocar una columna en cada esquina de una habitación”, de esta manera categórica el arquitecto Jorge Cocinero, presidente de la Asociación Para la Conservación y Defensa del Patrimonio Sanjuanino (Acopedas), definió cuál es la conciencia sísmica que tienen los sanjuaninos.

El especialista explicó que todos los habitantes saben sobre las estructuras básicas que deben tener las construcciones para poder resistir a un temblor. Sobre los estilos que se han ido imponiendo a lo largo del tiempo, Cocinero explicó que en los primeros años se impuso el cemento y las estructuras inspiradas en la corriente impuesta por Le Corbusier, un claro exponente de este es el edificio de OSSE, por ejemplo.

Con los años, las ideas sobre arquitectura fueron cambiando de acuerdo a las modas. Lo único que no cambia es el respeto a las normas antisísmicas.

“Las modas se irán imponiendo a lo largo del tiempo y es bueno que se vayan combinando, ya que esto también forma parte de nuestra evolución, de nuestra historia e identidad”, concluyó el arquitecto.

Plan de prevención

En enero de 2018 el Gobierno de la provincia lanzo su primera campaña masiva de prevención sísmica. Esta campaña incluye spots difundidos en los cicenes y charlas en las escuelas. Además se imprimirá un manual con todas las normas de prevención que llegará a todas las casas.

Paralelamente, todas las fuerzas de seguridad y los profesionales de la salud han comenzado con diferentes capacitaciones. Cada municipio contará con equipos de trabajo y asistencia en caso de una emergencia.