Por los disturbios y ruidos molestos, vecinos preparan un recurso de amparo

En este último año los vecinos ya agotaron todas las gestiones administrativas y ahora van por el recurso de amparo. Ya están cansados que los funcionarios de turno miren para otro lado y que el derecho de todos sea vulnerado.

“La única solución que tenemos hoy todos los que vivimos en este vecindario es la ingesta de somníferos”, lo dijo irónicamente y con un dejo de bronca uno de los vecinos de la zona, que ayer le confirmó a DIARIO HUARPE que esta semana empiezan con las reuniones para presentar un recurso de amparo ante la Justicia. “Abren y esto se transforma en una locura”, continuó el vecino, “bocinazos, alarmas que suenan, estacionamiento li­bre por todos lados, alcoholizados, discusiones, peleas, orín, materia fe­cal, etcétera, etcétera y etcétera”, a­gregó.

Según los vecinos, ya hicieron las de­nuncias correspondientes en la Mu­nicipalidad, en Bomberos, en Salud Pública y en la Defensoría del Pueblo y lograron que cinco veces los clausuraran, pero luego los propietarios de los restoranes, bares y/o boliches pagan la multa, levantan la clausura, y el circo del caos continua con su función.

“Hay una resolución de planeamiento que se está violando y también todos los artículos de nuestra constitución que velan por el derecho a la salud, a la tranquilidad, al sueño, al medio ambiente”, dijo otro de los vecinos.

“Ellos nos dicen que no tenemos en cuenta que con nuestra protesta vamos a hacer perder 30 puestos de trabajo, y no es así; nosotros solo queremos que se cumplan los derechos constitucionales de todos y en particular que se respeten los nuestros”.

La zona en cuestión, por resolución de Planeamiento, está categorizada como R3, de zona residencial, por lo que se prohíbe todo tipo de actividad comercial y bolichera. Pero la resolución no se cumple y nadie la hace respetar.
“Hemos pedido a los funcionarios municipales que saquen una ordenanza para prohibir este tipo de actividades en esta zona ajustándose a la resolución de Planeamiento”, dijo o­tro vecino, “pero parece que no lo quieren hacer porque los dueños de estos lugares son amigos del poder”.

Los vecinos le piden al secretario de Seguridad de la provincia, Gustavo Fariña, que tome cartas en el asunto. Lo mismo al intendente Fabián Mar­tín, al diputado departamental y a los concejales. Porque aquí hay leyes y normas de convivencia que no se es­tán cumpliendo, lo están denunciando y no hacen nada.