POR REDACCIÓN
18 de diciembre de 2019
El ex presidente de Francia, el socialista Francois Hollande (2012-2017), criticó hoy el proyecto de reforma previsional del gobierno de Emmanuel Macron por considerarlo "improvisado" al "no estar suficientemente preparado" para evitar el descontento social de la población. "Está reforma solo puede ser buena si ofrece una pensión acorde o superior al costo de vida que requiere la población", fustigó Hollande en la radio France Inter sobre el proyecto de Macron, quien fuera su ministro de economía entre agosto de 2014 y agosto de 2016. Y agregó: "hay un problema de método con una ausencia de concertación, eso es lo que suscita temores y movilización. Pero también un problema de 'timming'- Ya sabemos todos que a finales de diciembre siempre viene Navidad". De está forma, el ex Jefe de Estado galo refleja el temor de la ciudadanía por la posible y cada vez más cercana posibilidad de que la huelga en el transporte prive a centenares de miles de franceses de poder viajar para pasar las fiestas de fin de año con sus familiares. "La reforma parece improvisada. Da la impresión de que no fue lo suficientemente preparada", afirmó el ex mandatario. Hollande, quien realizó una reforma del sistema previsional en 2014 con Macron como ministro de Finanzas y Economía, que alargó progresivamente la duración de una jubilación completa, remarcó que hasta los sindicatos más moderados le dan la espalda al proyecto del gobierno. "Cuando los sindicatos reformistas te dicen que estás cruzando una línea roja, hay que respetar las líneas rojas", en alusión al cambio de postura de la CFDT hace una semana cuando el primer ministro Édouard Phillippe reconoció que la reforma llevará la edad de jubilación de los 62 a los 64 años. El proyecto de reforma del sistema previsional, que pretende eliminar los 42 regímenes especiales existentes para instaurar un único sistema por puntos para alcanzar la jubilación plena, será presentado en el Consejo de Ministros del 22 de enero y unos días después sería enviado al Parlamento. Sin embargo, la reforma es rechazada de plano por los sindicatos y por una gran parte de la población, lo que generó una ola de protesta que lleva 14 días de huelga consecutivos y tres movilizaciones multitudinarias y mantiene latente la amenaza de paralizar por completo a la segunda economía europea.
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