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Dishidrosis: cuando el estrés se manifiesta en la piel
Ampollas en la piel de manos o pies son su manifestación inicial.
POR REDACCIÓN
Entre las manifestaciones físicas del estrés cotidiano, los médicos están teniendo en cuenta la dishidrosis, una afección cutánea también conocida como eczema dishidrótico. Este trastorno se manifiesta inicialmente a través de ampollas con líquido (vesículas) en las palmas de las manos, en las plantas de los pies, o ambos.
Las ampollas permanecen alrededor de veinte días y ocasionan picazón intensa y sensación de quemazón. La piel se inflama, se produce una dermatitis y se forman grietas que ocasionan dolor.
Tras la remisión, la zona afectada sufre descamación hasta que se forma la nueva piel. En algunas personas predomina la fase vesicular y en otros la fase descamativa con formación de fisuras.
El eczema dishidrótico suele tener un curso crónico, ya que desaparece por períodos de tiempo prolongados y reaparece cíclicamente, muchas veces en situaciones de tensión nerviosa o estrés.
Si se complica por alguna infección bacteriana se pueden formar vesículas eritematosas y pústulas. De esta forma,el tratamiento podría ser un poco más largo y difícil.
Causas y factores de riesgo
La causa no se conoce totalmente. Durante un tiempo se creyó que era provocada por un trastorno de la sudoración, de ahí el nombre de dishidrosis, sin embargo esta hipótesis hoy no es considerada válida.
Puede estar asociada a la dermatitis atópica y a condiciones alérgicas, como el asma y la rinitis alérgica. Las erupciones pueden ser estacionales en las personas con alergias.
Existen factores de riesgo; entre ellos se pueden mencionar:
– Ser mujer. Tienen mayor incidencia de dishidrosis.
– Estrés. Todo indica que es más común cuando existe estrés.
– Exposición a las sales metálicas. Al cromo, cobalto y níquel
– Alergias estacionales. Un ejemplo es la fiebre del heno.
– Contacto. Exponerse al agua, detergentes y disolventes. Es recomendable proteger las manos.
– Clima cálido. Se estima que este diagnóstico es más común en los climas cálidos y en primavera y verano.
Fuente: Clarín.