Judiciales > A 4 años del crimen
A ocho meses de la condena, la Corte dejó firme la perpetua para un femicida sanjuanino
A través de su defensa, Esteban Pacheco había pedido que se revisara el fallo dictado el año pasado por el femicidio de su expareja Leila Rodríguez.
POR REDACCIÓN
La Sala Segunda de la Corte de Justicia rechazó el recurso de casación interpuesto por la defensa de Esteban Gabriel Pacheco y con los votos de sus miembros Guillermo De Sanctis, Marcelo Lima y Juan José Victoria dejó firme la sentencia a prisión perpetua por el femicidio de Leila Rodríguez ocurrido en el departamento Ullum en junio de 2018.
En agosto de 2020, la Sala Tercera de la Cámara Penal y Correccional, presidida por Eugenio Barbera e integrada por Maximiliano Blejman y Silvina Rosso de Balanza, condenó a Pacheco a la pena de prisión perpetua por considerarlo autor material del delito agravado por la condición de pareja de la víctima de Rodríguez. Ambas personas, además, eran padres de una niña.
Sin embargo, la defensa ejercida por el letrado Milenko Carlos García Seminenga cuestionó el fallo y le pidió a la Corte una revisión, lo que finalmente resultó en un revés para el femicida pues la condena quedó firme.
El caso
El 27 de junio de 2018, en un descampado cerca del Lote Hogar 55 del departamento Ullum, la Policía halló el cuerpo de Leila Rodríguez, quien murió asesinada a manos de su expareja, Esteban Pacheco. La joven mamá de 24 años tenía varias puñaladas en su cuerpo.
Según reflejó DIARIO HUARPE en las crónicas de aquel entonces, en un principio los investigadores no apuntaron contra Pacheco, pues los familiares aseguraban que entre ellos había una buena relación y además de ser el padre de la hija de Leila. Pero con el pasar de las horas el hombre terminó siendo detenido.
En los allanamientos en su vivienda de Ullum, los efectivos de la fuerza de seguridad encontraron ropa con sangre, además tenía en su cara marcas de arañazos.
Las pericias a los celulares, que indicaron que previo al homicidio de Leila hubo un contacto entre ellos vía mensajes, y los indicios de ADN de la mujer en la ropa del hombre fueron clave para la condena de Pacheco. Además de los rastros de ADN de piel perteneciente a Pacheco, encontrado en las uñas de la joven.