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Albardón: se salvó después de que le dispararon en la cabeza
Una pelea entre jóvenes en Albardón terminó con uno de los muchachos al que le dispararon dos veces en la cabeza pero se salvó.
POR REDACCIÓN
Un joven de 18 años se llevó el susto de su vida después de que le dispararon dos veces en la cabeza y la bala no salió del arma. Tras el susto inicial la víctima llamó a la policía y detuvieron a un hombre y una mujer que tendrían vinculación con el hecho de violencia que ocurrió en Albardón.
De acuerdo a informes policiales, todo ocurrió en los primeros minutos de este sábado. Personal de comisaria 18 llegó a una vivienda en donde se encuentra un grupo de personas que habrían protagonizado una gresca.
Allí un joven de 18 años contó que un joven de apellido Murúa le había apoyado el arma en la frente y le había gatillado y la bala no salió. Aseguraron que todo comenzó por una discusión entre los jóvenes que contaron el hecho y Murúa que estuvo junto a un sujeto de apellido Gordillo.
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La víctima aseguró que Gordillo llegó al lugar del hecho, exhibió un arma y efectuó dos disparos al aire. En ese momento el arma cae al suelo y es Murúa el que la levanta y se la guarda en sus partes íntimas.
Luego saca la pistola y se la apoya en la frente a la víctima. Aseguran que gatilló dos veces, pero la bala no salió. Cuando Criminalística revisó el arma encontró que había una vaina servida que estaba cruzada en la recámara, es por esto que la última bala del cargador no fue detonada.
Tras el fallo del arma Murúa y Gordillo se fueron del lugar cada uno en su vehículo, Gordillo en auto azul sin poder determinar más detalles y Murúa en una camioneta Chevrolet azul con cúpula.
Cuando llego la Policía salió a buscar a los agresores y llegó a la casa de Murúa y poco después detuvo a una mujer de apellido Quiroga quien sería pareja de Murúa. Se cree que esta mujer salió en un auto, tiró el arma que se usó en la agresión e intentó huir.
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Personal de criminalística determina que el arma se encontraba cargada con una munición en su cargador y una vaina servida en la recamara. Posteriormente, se puso en conocimiento del Ayudante Fiscal en turno, quien se hizo presente en el lugar, ordenando las medidas de rigor, e iniciando el procedimiento especial de Flagrancia, con la instrucción del fiscal en turno.