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Ataque fatal de un jabalí en Mendoza: qué dice la ley y cómo evitar riesgos
Un hombre murió tras ser atacado por un jabalí en El Carrizal mientras intentaba cazarlo. La caza de esta especie está regulada en Mendoza, pero algunas prácticas ilegales aumentan el riesgo de ataques.
POR REDACCIÓN
Un trágico episodio ocurrió en Mendoza cuando Diego Iván Cortez, un puestero de 49 años, murió tras ser atacado por un jabalí en la zona de El Carrizal. La víctima, que intentaba cazar al animal, sufrió heridas graves y falleció luego de casi dos semanas de internación.
Este tipo de ataques son poco frecuentes, pero expertos advierten sobre los riesgos de ciertas prácticas clandestinas. En Mendoza, la caza del jabalí está permitida bajo regulaciones estrictas, pero el uso de métodos prohibidos puede aumentar el peligro.
El jabalí es una especie exótica invasora introducida en Argentina a principios del siglo XX. Su expansión ha generado problemas ambientales y productivos, ya que ataca ganado menor y cultivos.
En Mendoza, su presencia se ha consolidado desde la década de 1940, cuando fue trasladado a la región con fines de caza. Actualmente, se permite su caza con ciertas regulaciones para controlar su población.
La caza del jabalí está regulada por la Resolución 1.307/19 de la Dirección de Recursos Naturales Renovables. Según esta normativa:
- Se permite la caza solo con autorización y en espacios privados con permiso del propietario.
- Está prohibida la caza con perros, una práctica riesgosa tanto para el cazador como para los animales.
- Solo se pueden usar armas de fuego de grueso calibre (38 o superior) o arco y flecha.
El incumplimiento de estas normas puede derivar en accidentes graves. En algunos casos, el uso de armas de bajo calibre impide una muerte rápida del animal, aumentando la posibilidad de ataques.
Una de las prácticas prohibidas más comunes es el uso de jaurías de perros para acorralar al jabalí. En este método:
- Se hiere al animal.
- Se sueltan los perros para inmovilizarlo.
- El cazador se acerca con un cuchillo para rematarlo.
El problema surge cuando los perros ceden y el jabalí, al sentirse acorralado, ataca al cazador como si fuera otro depredador.
Para minimizar riesgos en zonas donde habita esta especie, se recomienda:
- Respetar las regulaciones de caza y tramitar los permisos correspondientes.
- Usar armas adecuadas para asegurar un disparo efectivo.
- Evitar acercarse a jabalíes en estado salvaje, especialmente si están con crías.
- No correr si se cruza con uno; lo mejor es alejarse lentamente o subirse a una superficie elevada.
- Si se está en un vehículo, permanecer dentro hasta que el animal se retire.
El puma es el principal depredador natural del jabalí en Mendoza. Si bien no suele atacar a ejemplares adultos, ayuda a regular su población cazando crías y hembras vulnerables.
Sin embargo, la población de pumas es menor en comparación con la de jabalíes, lo que hace que el control natural sea limitado.