Copa pesadilla: San Martín perdió con Villa Mitre y quedó eliminado

El primer partido oficial que San Martín de San Juan afronto luego del descenso a la segunda división del fútbol argentino no mostró una buena cara. Al elenco que dirige Forestello le costó más de la cuenta encontrarle la vuelta al partido por los 16º de final de la Copa Argentina ante Villa Mitre y quedó eliminado una vez más en esta instancia de una copa que parece ser una pesadilla para el Verdinegro. A los 41 minutos del segundo tiempo Herrera puso el único gol del partido, suficiente para despedir a los de Concepción del certamen.

En los primeros 45 minutos en Cutral Có el Verdinegro intentó buscar el arco del rival pero lo hizo con pocas ideas. Le costó encontrar el ritmo en el partido porque fue un primer tiempo cortado, interrumpido en varias ocasiones y eso no colaboró para desarrollar un juego prolijo de parte de los dos equipos.

Si bien ya hubo partidos de preparación, en el primer compromiso oficial se notó el escaso movimiento de los jugadores producto de una intensa pretemporada. Además hay que sumarle la lesión de Mattia que tuvo que ser reemplazado al sufrir una rotura de maxilar que le provocó hasta pérdida de conocimiento.

El segundo tiempo no varió mucho de lo mostrado en la primera parte. Los dos equipos lucharon sin ideas y profundidad en ataque. No hubo heridos de gol ni un dominante hasta que el partido fue acercándose al final, donde San Martín sumó una baja y Villa Mitre encontró la alegría.

Luis Jerez Silva sumó su segunda amarilla a los 39 minutos del segundo tiempo y así el volante sanjuanino tuvo que dejar el campo de juego y a su equipo con 10 jugadores. Y fue en ese momento donde se oscureció el día patagónico para el Verdinegro.

Tras un centro de Villa Mitre, apareció Carlos Herrera de cabeza para mandar la pelota a la red tras pegar en el palo y dejar sin respuesta positiva a Luis Ardente. El 1-0 de Mitre dejó paralizado a San Martín que se desconcertó y busco de pura guapeza encontrar en los últimos minutos aquello que no tuvo en 85 minutos: un mejor juego y el gol, algo que no llegó.